La operación Bolonia ha impactado a los formenterenses de forma muy importante, sobre todo por la detención de la directora del Colegio Virgen Milagrosa. Entre todos los comentarios, rumores y elucubraciones que se han producido, sorprenden mucho las declaraciones del presidente del PP, José Manuel Alcaraz, en la radio local, Ràdio Illa, en la que ayer por la mañana relacionaba directamente inmigración y narcotráfico en unos términos como mínimo poco cuidados. Algunos oyentes le apoyaron y otros le tacharon de xenófobo, pero no parecía el momento más oportuno, con la operación sin cerrar, con secreto de sumario, de empezar a demonizar a colectivos inmigrantes por un simple dato estadístico.
Pero como señalaban personas conocedoras del asunto, lo más lamentable, decían, es la excesiva permisividad que se ha dado en los últimos años en el tráfico y consumo de drogas. Hay una excesiva tolerancia y el consumidor final, apuntaban, no es el extranjero el que trafica, sino los residentes de toda la vida. Y más de uno remarcaba que no se pasa en un año de ir con una mano delante y otra detrás a tener un vehículo de alta gama sin pegar un palo al agua. Pero para muchos la gran incoherencia es que siempre sucede lo mismo, pescan a los de la mitad de la cadena hacia abajo, los mindundis, pero jamás pillan a los que están en las cúpulas.
Con todo se han producido amenazas a los medios de comunicación por personas relacionadas con el local de alterne Kennedy que querían romper cámaras o denunciar que se fotografiara desde la calle la puerta del local. Además hubo ayer broncas de personas relacionadas con el colegio o el catolicismo a ultranza que se tomaban como cuestión personal que los medios hablaran del asunto asegurando que iban contra el colegio en sí mismo y contra la congregación religiosa, aspecto este que quedó desmentido por parte de la Madre Superiora de que no era así, que había sucedido 'algo' y que había que afrontarlo.