Guardias civiles junto a un furgón en el que se traslada a parte de los detenidos en la operación Bolonia.

El juez Santiago Pinsach, titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Eivissa, concluyó ayer de tomar declaración a las 14 personas, todas rumanas a excepción de dos españolas y un argentino, que han tenido que pasar, por el momento, a su presencia en el concurso de la operación Bolonia.

El magistrado ordenó el ingreso en prisión de dos acusados más y dictó la libertad provisional de otros dos, ambos hombres. Las declaraciones de los 14 sospechosos se han saldado con medidas de cárcel para diez de los encartados. Cinco de ellos podían quedar en libertad si hacían frente a una fianza de 5.000 euros.

Sin empleo

Los dos supuestos cabecillas de la trama, los rumanos N.C. y O.V.S., ingresaron en la cárcel de Eivissa tras confesar que, tras quedarse sin empleo, al parecer en el sector de la construcción, decidieron poner en marcha una red de distribución que contó con la ayuda de sus respectivas compañeras sentimentales, quienes también se encuentras en la actualidad presas.

La quinta rea, sin derecho a fianza, es la que mujer que fue sorprendida con algo más de cien gramos de cocaína y que supuestamente realizaba labores de 'correo' para los cuatro anteriores.

N.C. y O.V.S. afirmaron ante el juez que ellos mismos viajaban para ocuparse de la compra de la droga y luego se valían de alguna otra persona que pudiera representar el papel de transportista. Sus compañeras, a su vez, repartían a las prostitutas del club Kenndey de es Pujols que habían sido reclutadas y que, de esta manera, atendían, por partida doble, los caprichos sexuales y de demanda de droga que les transmitían los clientes del local de alterne.

Tanto N.C. como O.V.S. no tenía reparos, una vez que tenían la cocaína dentro de la Isla, en acercarse ellos mismos a las inmediaciones del Kennedy para hacer frente con prontitud a los pedidos.

La 'mala suerte' de la directora del Virgen de los Milagros

La directora del colegio Virgen de los Milagros que se ha visto implicada en esta operación no formaba parte, como tal, dentro de la trama. Su nombre aparece en las investigación por haber contactado al menos en tres ocasiones para pedir cocaína sin dejar claro si alguien más iba a beneficiarse de sus compras. Francisca G.D,. quedó en libertad provisional después de reconocer que consumía cocaína y marihuana, pero siempre en su casa.