Padres y madres de alumnos recogen a sus hijos en el colegio, ayer a mediodía. | Marco Torres

«Me he quedado muerta», «yo no me lo creo», «yo sí que lo sabía». Así de dispares eran las reacciones de madres de alumnos del colegio Can Bonet ante la noticia de la detención párroco, director y profesor de religión del centro, Josep Lluis Mollà, por presuntos abusos a menores.

Ayer, a la salida del colegio, ninguna de ellas quiso dar su nombre para este reportaje, aunque bajo el anonimato sí relataron sus impresiones o conocimientos sobre el caso.

La más sorprendente, una madre que aseguró que sabía lo que supuestamente ocurría porque así se lo había trasladado su hija de quince años. Según relató, las denuncias sobre los posibles abusos fueron realizadas por padres de alumnos de primero a cuarto de ESO, es decir, de alumnos de entre 13 y 16 años. «Hace tiempo que lo sabía pero supongo que ahora tendrán que comprobarlo. No dije nada porque todo fue como tenía que ir», aseguró esta madre, conocedora de los padres que interpusieron las denuncias.

Otras opiniones

Más incrédulas se mostraban otras madres, que habían participado en el Consell Escolar, junto a Mollà. «Yo no me lo creo», repetía una de ellas. «Yo tampoco, hay niños muy malos», agregaba otra, que sin embargo reconoció que desde la semana pasada se oía el rumor sobre la detención del párroco, que tuvo lugar el pasado lunes. «Mi marido decía que no podía ser, que es un hombre educado», agregaba esta madre que, sin embargo, comentó: «Hasta del más santo que te puedes imaginar, te puedes llevar un palo».

Aún así, entre ellas comentaban que siempre habían recibido ayuda del párroco, sobre todo para temas eclesiásticos, bien para bautizar a niños ya mayores o para que pudieran hacer la confirmación fuera de plazo.

Por otra parte, a muchos padres la noticia les cogió por sorpresa e, incluso, pasaron ayer algún momento de nerviosismo esperando que salieran sus hijos del centro. «Tengo un hijo de diez años y un hermano de doce en el colegio, pero mi hijo no creo que haya tenido trato con él, está con su profesor que es el mismo que yo tuve cuando estudiaba aquí», relataba una de las madres, la más sorprendida por la detención del director. «Quizás son los alumnos más mayores, mi hijo no me comentó nada y eso que me lo cuenta todo. Pero más de un padre se llevará un chasco, porque tenían buena relación con él», apuntó.

Desde el centro, su bedel, Juan Antonio, aseguró ayer que las clases han transcurrido «con normalidad» y que en el colegio la detención de Moyá les había cogido «por sorpresa». Aún así, aseguró que hasta que no concluyan las vacaciones de Semana Santa, el próximo 3 de mayo, no se sabrá quién se hará cargo de la dirección del centro.

El colegio concertado Can Bonet acoge a más de 200 alumnos que cursan desde infantil hasta cuarto de ESO.

Los profesores piden que no se haga un juicio paralelo

El claustro de profesores y personal no docente del colegio manifestó ayer, mediante un comunicado, su apoyo al director. «Los miembros del Claustro de profesores de Can Bonet queremos expresar nuestro apoyo incondicional al director de este centro ante los hechos y las noticias que se han producido en las últimas horas. Pedimos la presunción de inocencia a la cuál toda persona tiene derecho, que no se haga un juicio paralelo de los hechos antes de que la propia justicia lo haga», aseguraron en su escrito.