Los magistrados de la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Balears han condenado a un hombre por tráfico de cocaína a la pena de tres años y medio de cárcel y han absuelto a su esposa. Ambos fueron arrestados en su domicilio de sa Penya tras un registro que realizó la policía el 16 de junio de 2009. En la casa del acusado, y en concreto en poder de la mujer, los agentes encontraron dentro de una cartera 92 papelinas con un total de 7,5 gramos de cocaína con una pureza del 36,51 por ciento. Además, los agentes hallaron 1.640 euros y 5.400 más dentro de un neceser.

Según consignan los magistrados en el capítulo de hechos probados de la sentencia, «no ha resultado debidamente justificada la participación de la acusada en las labores de venta de estupefaciente llevadas a cabo por su marido».

«Por necesidad»

La abogada de ambos, Cristina Molina, ha anunciado que recurrirá la sentencia con el fin de buscar la absolución del hombre.

En el juicio, que se celebró el 4 de abril, el acusado reconoció que vendía las papelinas de cocaína por seis euros cada una y que lo hacía «movido por una imperiosa necesidad económica al tener que dar de comer a sus nietos», se apunta en la sentencia.

Para él, el Ministerio Público solicitó una pena de cinco años de cárcel, mientras que la defensa pidió seis meses.

Para la mujer, el fiscal pidió seis años de prisión, ya que tuvo en cuenta el agravante de reincidencia, mientras que la defensa solicitó la libre absolución que finalmente ha conseguido.

Le dio la droga a su mujer porque se asustó al ver a la policía

La defensa explicó que la policía encontró la droga en poder de la mujer porque el hombre se asustó cuando vio que la policía entraba en su domicilio. «Él vendía en la puerta», señala la sentencia, y cuando vio que los agentes llegaban a la casa le dijo a su mujer: «toma, toma», y ella lo guardó sin imaginar que fuera droga. Los jueces han aceptado como válida esta versión y rechazado la del Ministerio Público.