La Audiencia Provincial vio esta causa en una visita del tribunal a Eivissa realizada el pasado mes de abril.

«Corolario, y de otorgarse fuerza suasoria a la prueba testifical de signo incriminatorio, paladino es que en el acto del juicio oral no se oyó al verdadero autor de los hechos». Con estas palabras, y con la decisión de absolver al sospechoso, ha resuelto la Audiencia Provincial el caso del joven que fue juzgado este tribunal por traficar por drogas en Sant Antoni y al que la policía no identificó como tal.

Mamadou D., un senegalés ampliamente conocido por la Policía Local de Sant Antoni, ha salido así airoso de un proceso que se inició el 10 de agosto de 2008 cuando fue sorprendido por la Policía Local de Sant Antoni presuntamente vendiendo éxtasis a los turistas que pasaban por el West End. El fiscal pedía cuatro años de cárcel para el acusado, a quien se le intervinieron 37 pastillas de MDMA.

La Audiencia ha terminado calificando de «sujeto no identificado» a la persona que fue apresada ese días. Todo ello después de que el pasado 5 de abril se sentara en el banquillo una persona con documentación de la República de Senegal en la que se acreditaba tal identidad al tiempo que los agentes que intervinieron en esta actuación declaraban su total convencimiento de que dicha persona no era la que ellos habían arrestado. Al respecto, la Audiencia recoge que el hombre que fue apresado dijo expresamente ser «Mamadou D. sin que conste en las actuaciones instructoras que se realizara por las fuerzas policiales actuantes la preceptiva ficha policial con huellas dactiloscópicas».

Fuentes judiciales explicaron en su día que el propio abogado del acusado defendió la identidad del sospechoso. Para complicar el entuerto, el fiscal, a su vez, pese a las dudas, pidió que continuara el juicio y no la suspensión de la causa para la realización de nuevas pruebas aclaratorias porque no se podía ya que no había adjuntado la ficha con las huellas del detenido.

La teoría de que el acusado actuaba como «cabeza de turco»

Dos de los policías locales que participaron en el arresto del presunto traficante aseguraron que el sospechoso al que detuvieron no era quien en el banquillo afirmaba ser Mamadou D. Ambos expresaron su convencimiento de que la persona que se se había presentado pudiera haber sido enviado por el traficante conocido por ellos para que actuara como «cabeza de turco». El tribunal, sin embargo, recoge en su fallo que el arrestado «no fue reglamentariamente identificado».