Una vecina de Cala Llonga podría ingresar en prisión en los próximos días si se hace efectiva una condena de cuatro meses de prisión que tenía en suspenso por maltratar a su exmarido después de que ayer tuviera que volver a sentarse en el banquillo para responder de otro caso de violencia del que fue víctima su exmarido.

La acusada, una mujer de 34 años natural de Barcelona, ante la titular del Juzgado de lo Penal número 1 de Eivissa, la magistrada Clara Ramírez de Arellano, terminó reconociendo que el 16 de octubre de 2009 abofeteó por dos veces a su expareja, persona con la que comparte un niño de 4 años. Por ello, deberá cumplir ahora 60 días de trabajos para la comunidad y no podrá acercarse ni contactar por ningún medio con el denunciante en un plazo de tres años.

El suceso ocurrió en un restaurante de esta localidad que regenta el afectado y en cuyo piso superior se encuentra el domicilio de la acusada. La mujer entró en este establecimiento, supuestamente con la intención de comprar tabaco en la máquina, cuando se produjo una discusión con el denunciante, justo cuando aún estaba vigente la orden de alejamiento que pesaba sobre ella por el anterior caso por el que fue condenado. Ésta además, al parecer, contaba con antecedentes por resistencia.

La agresión tuvo lugar en presencia de un cliente del restaurante y de un empleado de la casa. Durante el proceso, y antes de llegarse a un acuerdo judicial ante la magistrada Ramírez, indicó que ella había respondido a una supuesta provocación que atribuyó a su exmarido.