Un recluso ibicenco de 40 años aceptó ayer en el Juzgado de lo Penal número 1 de Eivissa cumplir 49 días de trabajo en beneficio de la comunidad después de reconocer que desde la prisión de Palma mandó cartas y realizó llamadas amenazantes contra su ex pareja y su exsuegra. Por el delito cometido contra la primera, la juez le impone 40 días de trabajos y otros nueve por lo ocurrido con su exsuegra.

El acusado, emparentado directamente con el clan de la Rula de sa Penya, tampoco podrá acercarse ni contactar con su excompañera, con la que tuvo una hija, en un periodo de dos años ni tampoco podrá hacerlo con su exsuegra en el plazo de seis meses.

Internos

Miguel José C.C., un hombre con antecedentes desde 1995 y y con una última condena por robo de un año y medio de prisión, cumplía pena por otro delito en la prisión de Mallorca en diciembre de 2009 cuando comenzó a mandarle cartas a la afectada y a su nueva pareja, ambos internos en el mismo centro.

En estas misivas les advirtió de que: «Cuando salga la voy a meter a puta para que directamente me pague lo que me debe» o «la puta que tienes me ha metido aquí y como es una puta mes la va a pagar». Dichas amenazas figuraban en la causa junto con éstas otras dos: «Cuando la coja va a ser lo último que haga» y «en la calle ya lo pagaréis tú y ella».

El ministerio público recogió en su escrito de acusación, por el que en un principio se pedía un año de cárcel por cada uno de los dos delitos de amenazas que se le imputaban, recogió como probado que esto le ocasionó a la mujer una intensa situación de desasosiego.

La exsuegra del acusado también fue víctima de advertencias de muerte. Ésta recibió el 25 de diciembre de 2009 una llamada del excompañero de su hija en la que le decía textualmente: «Cuando salga de aquí os voy a cortar el cuello a todos».