Bomberos del Parque Insular ayer, en la puerta de la finca siniestrada. | Marco Torres

Un fuego que se declaró al mediodía de ayer en una zona ajardinada de una vivienda del barrio de Can Sifre donde había acumuladas bombonas de butano ocasionó una gran alarma por la proximidad del incendio a una escoleta y a una escuela de verano. La escoleta en la que había una treintena de niños fue evacuada. En ambos centros se actuó con rapidez para informar a los padres de que el incidente se había resuelto sin ninguna consecuencia para los pequeños. También se vieron obligados a parar su actividad y salir al exterior los trabajadores de un taller próximo a la vivienda afectada.

El suceso tuvo lugar en el número 70 de la calle Río Miño. Durante el desarrollo del incendio se produjo al menos una explosión después de que el fuego alcanzara en los dos generadores alimentados con gasolina que había en el patio de la vivienda.

Junto a ambos generadores, también había media docena de bombonas de butano que soportaron las presiones y el fuerte calor que se generó pese a que, según explicaron fuentes del operativo, una de ellas, estuvo a punto de detonar. Las llamas destruyeron la porchada de la casa. Los padres de los niños pudieron recogerlos niños en una casa donde los cuidadores y los pequeños fueron acogidos. En la escuela de verano, por contra, no fue necesario evacuar a nadie.

Desde la propia escoleta se dio aviso a la Policía Local de Sant Josep al tiempo que el 112 activaba un dispositivo de emergencia que, en los primeros instantes, movilizó tanto a los bomberos como al 061 y a la Guardia Civil. Una avioneta del Plan Contraincendios también despegó pero no llegó a realizar ninguna descarga.

El fuego pudo ser sofocado después de que afectara a unos 200 metros cuadrados de terreno y unos 40 de la vivienda.