En la madrugada del jueves al viernes se produjo un nuevo intento de quemar el restaurante Sol de Cala Saona en Formentera. El vigilante nocturno que hay en el local oyó unos ruidos sospechosos y salió tras una persona no identificada que, presumiblemente, intentaba quemar de nuevo el restaurante Sol. Sin embargo, y tras propiciar la fuga del sospechoso, el vigilante avisó a las fuerzas de seguridad, que se personaron en el lugar y encontraron que se había abandonado una garrafa con gasolina que podría haber sido utilizada para volver a incendiar el local.
Si bien la Policía Local y la Guardia Civil no han querido efectuar declaración alguna sobre el asunto, parece ser que esta actuación obedecería a un intento de desviar la acusación que recae sobre el presunto autor material del incendio y sobre el presunto inductor del atentado, responsable de un restaurante vecino, con la confianza de demostrar que estando en prisión se habrían reproducido los intentos de quemar el local por lo que ellos no habrían sido los culpables.
El restaurante Sol sufrió dos incendios intencionados el pasado verano y otro a principios de esta temporada, todo ello aparentemente por cuestiones de envidia generada por las diferencias en el rendimiento económico de ambos locales, ya que le Sol en primera línea siempre estaba lleno mientras que el Chakala, en segunda línea, tenía problemas para llenar sus mesas.