Un vecino de Sant Carles de nacionalidad alemana, un dentista de 66 años que dijo estar 'jubilado' a causa de su alcoholismo, tuvo que sentarse ayer en el banquillo del Juzgado de lo Penal número 1 de Eivissa para responder de las 314 plantas de marihuana que la Guardia Civil le intervino en una finca de es Figueral en julio de 2008. En total, la cantidad intervenida rondaba los ochos kilos, pero, según la defensa, sólo dos kilos y medio podían ser droga.

El acusado, para el que el fiscal pide una condena de dos años y un día de cárcel, aseguró en la vista oral que la marihuana sólo la cultivaba para su exclusivo consumo.

«Empiezo con una infusión y luego me lío el primer cigarrillo. En total consumo unos 15 gramos diarios. Puedo estar colocado todo el día porque vivo en plena naturaleza», explicó el sospechoso.

Éste afirmó que fumaba marihuana desde que llegó a Eivissa en los años 70 coincidiendo con el auge del movimiento 'hippy' y que dicho hábito lo mantuvo durante sus viajes por India. «Ahora sólo tengo una pensión de 580 euros del estado de Baden Württenberg por mi antigua profesión. Pero no vendo droga», señaló.

Inspección

La detención de dicha persona tuvo lugar ahora hace un año cuando una patrulla de la Guardia Civil de Santa Eulària, conocedora de los hábitos del acusado, realizó una inspección exterior del domicilio donde ésta vivía. «Vimos varias plantas de cáñamo y por eso pedimos una orden de registro», señaló uno de los agentes.

La entrada en la finca reveló una importante plantación, parte de ella en un invernadero. Las 314 plantas distintos tamaños que se encontraron fueron aprehendidas junto con varios botes de caramelos de cristal que contenía los cogollos que se supone iban a ser destinados para el consumo fumado así como dos bolsas de basura que contenía marihuana. Otros botes, a su vez, estaban destinados al almacenamiento de semillas. El acusado, al respecto, indicó que le gustaba hacer sus propias combinaciones y estudios para obtener los diferentes tipos que buscaba. «Estaban separadas, como si fuera en una farmacia», añadió.

El problema del precio de la droga

El valor de la plantación y de la droga decomisada fue valorada durante el proceso en 111.000 euros. Un precio a todas luces excesiva para la defensa. Un perito indicó que el gramos se vendía a tres euros y el kilo a 800.