El acusado, durante la primera sesión del juicio por homicidio que se celebró en Palma. | Alejandro Sepúlveda

Para el forense está claro: Alvaar Pass, el estonio acusado de degollar a un hombre al que había conocido esa misma mañana en el aeropuerto de Eivissa, atacó a la víctima por la espalda. Según el informe del médico, la herida que cortó la yugular de la víctima y que provocó que muriera desangrada fue infligida con toda probabilidad con el agresor situado en la espalda.

El forense descartó la hipótesis propuesta por la defensa, según la cual el acusado estaba aprisionado por el cuello y dio una puñalada al azar para intentar zafarse. La fuerza con la que se dio la puñalada -que dobló el cuchillo- y el hecho de que sólo hubiera una cuchillada, descartarían esta opción.

Informes

Los peritos psicológicos judiciales que declararon ayer también descartaron que el acusado padeciera una esquizofrenia, otro de los argumentos de la defensa.

Los hechos ocurrieron en Sant Antoni en 2008. El acusado y la víctima coincidieron en el vuelo y quedaron para compartir habitación durante su estancia. Esa misma noche discutieron. El acusado escondió el cuerpo debajo de la cama y estuvo fugado varios días. Alvaar Pass acabó el juicio igual que empezó: diciendo que todo fue un accidente. Con el argumento del acusado el juicio quedó pendiente del veredicto del jurado.

Éste comenzó ayer tarde las deliberaciones por este caso y no se descarta que durante el día de hoy se conozca su decisión.

El tribunal, en caso de veredicto de culpabilidad por delito de homicidio, asesinato o por otra calificación que pudiera ser objeto de deliberación por el jurado, deberá entonces estudiar cuál es la pena que se debe imponer a Pass. Durante la causa, el fiscal ha pedido doce años de prisión mientras que la acusación particular ha requerido una condena de 20 años de cárcel al entender que lo sucedió realmente en la habitación donde la víctima y el acusado se hospedaron fue llanamente un asesinato.

Alegato

La defensa, por su parte, volvió a reincidir en sus conclusiones finales que Alvaar Pass, un hombre que a su juicio sufría esquizofrenia, sólo actuó en defensa propia. A su vez, pidió que se tuviera en cuenta que terminó entregándose y que se mostró arrepentido.

La detención de Pass se produjo cinco días después del crimen después de que dicha persona, cuya identidad, en principio, fue confundida con la del muerto, deambulara durante cinco días por los acantilados de la Isla hasta que se presentó en las dependencias policiales. Según sus palabras, la pelea se produjo cuando recibió un puñetazo en la cara porque él no quería ir a una fiesta y su nuevo amigo no se avino a razones.