Alvar Paas, el estonio que degolló en un apartamento de Sant Antoni en 2008 a un hombre al que había conocido esa misma mañana en un avión, ya tiene condena: once años y tres meses de cárcel. La pena fijada por la magistrada que presidió el Tribunal del Jurado es cuatro años más baja de la que solicitaban la Fiscalía y la propia defensa.
La sentencia, hecha pública ayer, reconoce al acusado dos atenuantes, lo que rebaja la condena por asesinato hasta los once años. Por un lado admite que al entregarse a la Guardia Civil cinco días después de los hechos colaboró con la investigación: en ese momento los agentes creían que el fallecido era el autor del crimen y había pedido una orden de búsqueda internacional contra el finado por una confusión con las fotocopias de los pasaportes que había en el hotel.
El segundo atenuante lo concede la magistrada por los rasgos de personalidad esquizoides del acusado. El jurado no consideró probado que sufriera una esquizofrenia, pero sí matizó que tenía esos rasgos en su carácter. Ésto, unido al alcohol que había tomado lleva a que la presidenta del Tribunal lo reconozca como atenuante.

Recurso
Al respecto, la abogada defensora del estonio ya ha anunciado que tiene intención de recurrir la sentencia precisamente porque los atenunates que el tribunal ah reconocido a la hora de imponer la pena.
Alvar Paas acabó con la vida de Gilberto Alzate el 15 de junio de 2008. Tras discutir por unos cigarrillos, el acusado comenzó a golpear a la víctima y, en un momento dado, cogió un cuchillo y le cortó el cuello.
Después, el ahora condenado escondió los restos de su compañero de habitación bajo la cama y estuvo cinco días huido hasta que, finalmente, se entregó. Los restos mortales los encontró una trabajadora del hotel poco después. Toda la habitación estaba llena de sangre.
El juicio se ha celebrado en Mallorca a lo largo de cuatro jornadas porque se ha tenido que realizar bajo la Ley del Jurado y en Eivissa no existe infraestructura para realizar una vista de estas características.