Detenido después de intentar vender en dos restaurantes de Santa Eulària una caja de langostas que supuestamente había sustraído poco antes en la calle del Mercat de esta localidad. En total, nueve kilos por el que el afectado dijo haber pagado 675 euros. La operación le salió mal. Uno de los responsables de uno de los locales receló de él y dio aviso a la Guardia Civil. El sospechoso de este original robo, identificado como M.N.C. y persona que, al parecer, contaba con distintos antecedentes delictivos, fue entregado ayer en el juzgado de guardia como sospechoso de un delito de hurto. El fiscal pidió una condena de 15 meses de prisión para el acusado.