La policía entregó ayer al sospechoso en el juzgado tras recogerse una denuncia en Comisaría. | Irene G.Ruiz

Nuevo caso de presuntos abusos sexuales en la Isla con una turista como supuesta víctima. El sospechoso, en esta ocasión, es un camarero de una discoteca que estuvo durante cerca de diez minutos en un cuarto de la sala de fiestas con la afectada, una británica de unos 25 años que estuvo flirteando toda la noche con el acusado.

La joven salió de dicho cuarto en estado de shock, sin acordarse bien de lo que había pasado pero con la sensación de haber tenido relaciones sexuales sin su consentimiento. Tanto ella como sus amigas, que la rodearon nada más verla en dicho estado, reconocieron que habían consumido tanto drogas como alcohol.

Ante el juez

El empleado bajo sospecha, un hombre de algo más de 30 años de edad, fue entregado por la policía ayer tarde en el juzgado de guardia. Al cierre de esta edición, continuaba su declaración. La declaración de todas las turistas, incluida la de la supuesta víctima, ha quedado grabada para que pueda servir como prueba preconstituida dentro de la investigación judicial. Durante los primeros reconocimientos médicos, no se observaron lesiones de ningún tipo en la afectada.

El suceso ocurrió a altas horas de la madrugada del pasado viernes lugar en una discoteca de la Isla a la que acudió un grupo de al menos cuatro británicas.

Las amigas de la denunciante, al ver que volvía extraña de su encuentro con el camarero, comenzaron a interrogarla y a temerse lo peor. Éstas pidieron explicaciones al acusado, persona que, al parecer, aseguró desde el primer momento que lo que hubiera sucedido había sido en todo momento consentido.

La denuncia por supuestos abusos sexuales se interpuso horas después de que las jóvenes regresaran a su alojamiento. La supuesta víctima dijo encontrarse mal y todas acudieron a un servicio de Urgencias. Tras ello se comunicó en Comisaría el caso de posibles abusos.