La Policía Local de Eivissa sorprendió a un peatón, que acababa de ser víctima de un atropello en la calle Extremadura, cuando éste, bebido, supuestamente intentaba reclamar una compensación por lo sucedido. El peatón sólo sufrió un leve corte en una mano y en todo momento rechazó ser asistido por una ambulancia, según el informe policial.

El accidente ocurrió sobre las siete de la tarde cuando una dotación fue reclamada a causa de un atropello. Los agentes descubrieron entonces que el afectado, un rumano de 38 años, presentaba síntomas de ebriedad, motivo por el que se le pidió que se sometiera a una etilometría que arrojó un resultado de 0,64 mgr/l.

Fuentes policiales aclararon que todos los usuarios de una vía, incluidos los peatones, están obligados a someterse a una de estas pruebas cuando están implicados en un siniestro, independientemente de que éstos no puedan ser denunciados por la comisión de alguna infracción, Dicha medida, sin embargo, sí se estipula cuando es necesario dirimir responsabilidades por lo ocurrido o si se hubiesen provocado lesiones a terceros, hecho que sí podría conllevar la imputación por un delito o falta de lesiones imprudentes.

Por otra parte, la Policía Local de Eivissa tramitó durante el fin de semana dos diligencias por posibles delitos contra la seguridad del tráfico con conductores bebidos. El primero se produjo en la avenida de la Paz tras una colisión en la que un conductor paraguayo dio 1,06 mgr/l y otro, en la avenida de Sant Jordi, en el que el implicado, un portugués, alcanzó un nivel de 0,81.

Los agentes locales, además llevaron a cabo un control en la avenida 8 d'Agost que se saldó con cinco denuncias por conducir con tasas inferiores a 0,60 mgr/l.