Un grupo de turistas contempla la lancha, varada sobre dos hamacas.

Roberto M.Adago, que mordió en la nariz a su socio, el exjugador de fútbol Christian Vieri, tras haber declarado ante el juez el viernes y haber sido puesto en libertad, cometió ayer una salvajada lanzándose a toda velocidad contra la playa de es Pujols, concretamente frente al Tahiti Beach, el establecimiento en el que se había peleado con Vieri. Su objetivo, parece ser, era la directora del establecimiento, A.S., y lo prueba el hecho de que la embarcación quedó varada sobre las dos hamacas y el parasol que A.S. tiene reservados desde hace un mes aproximadamente y en el que se podía ver incluso su toalla, y ello sería una venganza por lo sucedido dos días atrás.
Los hechos sucedieron alrededor de las 10,20 de la mañana, cuando Adago, de 43 años, con su lancha equipada con dos potentes motores fuera borda, «se lanzó a toda velocidad hacia la playa y parecía un misil», explicó A.S., que en ese momento estaba llamando a la Guardia Civil porque se había encontrado a los perros de Adago atados en las mesas del Tahiti Beach.
A.S., explicó que no tenía ningún problema con Adago, pero que todo comenzó hace un par de días cuando éste se presentó alrededor de las doce del mediodía en el local y dijo que esperaba a Vieri y que «le iba a demostrar quién era». Cuando llegó el ex futbolista, hizo amago de saludarle, pero le mordió la nariz y a continuación se produjo una refriega en la que se lanzaron sillas. Una de ellas impactó en la pierna de una camarera y cuando oyó que A.S. les conminaba a dejar la refriega y que iba a llamar ala Guardia Civil, Adago gritó: «Si lo haces, te mato».
En la vista que tuvo lugar el viernes en Eivissa el juez dejó a Adago en libertad, pero con la orden de no acercarse a menos de cien metros del Tahiti Beach y del personal del mismo. «Obviamente», dijo la responsable, «no ha respetado la orden de alejamiento desde el momento en que ha atado a los perros en la terraza y luego se ha lanzado contra las hamacas que ocupo habitualmente y que están a muy pocos metros del local». Por último, A.S. explicó que tras el impacto de la lancha, Adago, desnudo, se puso a bailar sobre la barca y luego se marchó corriendo.