La oficina privada del príncipe Alwaleed Bin Talal Bin Abdulaziz Alsaud, acusado por una joven de haber abusado de ella a bordo del yate Turama mientras éste se encontraba recalado en las Pitiüses, ha hecho públicos los documentos que pueden probar que en el momento señalado en la denuncia, agosto de 2008, no se encontraba en Eivissa, sino que durante el tiempo relatado se encontraba en Francia, por lo que «no tuvo ninguna conexión con los presuntos eventos con los cuales ha sido erróneamente vinculado en recientes publicaciones de prensa».
De hecho, la oficina señala que Alwaleed Bin Talal Bin Abdulaziz Alsaud, uno de los hombres más ricos del planeta, no ha estado en España en una década y que, además, es falso que su yate, el Kingdom 5-KR, sea asiduo de las aguas españolas.
Un comunicado hecho público a través de una firma multinacional advierte, además, de que «responderá fuertemente a todas las alegaciones falsas con hechos precisos y documentación detallada», a pesar del hecho de que aún no tiene conocimiento oficial del caso.
«Como muestran los registros [adjuntos al comunicado de prensa], él se encontraba en Francia, en varios lugares públicos, con muchos amigos y asociados empresariales y estaba acompañado por oficiales de la seguridad francesa, quienes pueden confirmar su presencia. Más aún, [el príncipe] estaba rodeado por su familia incluyendo su esposa la princesa Ameerah, su hija la princesa Reem y su nieta la princesa Sara», según relató Heba Fatani, gerente ejecutiva sénior de comunicaciones corporativas Kingdom Holding Company.
Pruebas
Así, en primer lugar se aporta la agenda con el periodo comprendido entre el 7 y el 13 de agosto en la que se recogen todos los movimientos del miembro de la familia real saudí durante esos días. En segundo, una declaración jurada del responsable de JS Security Company Joaquín Silva, así como una copia de los sellos del pasaporte y una declaración de la dirección del hotel Carlton Intercontinental.
A estos documentos se suman también la declaración del restaurante Le Voilier, en Cannes, donde acudió regularmente la familia saudí, la del capitán de su yate y los documentos oficiales de sus movimientos y una última del conductor utilizado en sus desplazamientos en su estancia francesa.
La oficina de Alwaleed Bin Talal Bin Abdulaziz Alsaud recuerda que «debido a su perfil público, durante décadas el departamento de viaje y protocolo» de su oficina privada «ha mantenido meticulosos y detallados registros de su programa diario, incluyendo sus asistencias a reuniones, sus itinerarios de viaje, eventos y movimientos de delegación que son regularmente filmados y fotografiados».