La magistrada Martina Rodríguez, titular del Juzgado de lo Penal número 2 de Eivissa, ha condenado de nuevo a un vecino de Sant Rafel por un supuesto delito de maltrato después d que dicha persona, natural de Barcelona y de 39 años, agrediera no sólo a su ex pareja, sino también a una amiga de ésta y un hombre que acompañaba a ambas.

La juez, en una sentencia que ha sido recurrida ante la Audiencia, impone al acusado un año de cárcel y le instan a pagar multas que suman los 300 euros e indemnizaciones que alcanzan los 1.050 euros. Éste afirmó en el juicio que él fue el atacado cuando se le pidió que fuera a buscar a su excomparñera.

El suceso ocurrió el pasado 20 de agosto en un domicilio de la calle Pere Francés de Vila cuando el acusado contaba con una orden judicial que, a causa de su anterior condena, le impedía acercarse a su ex pareja.

El acusado, a quien se considera violento y muy celoso, se presentó en dicha casa temiendo que la víctima estuviera acompañada de otro hombre. «Golpeó con gran estruendo la puerta, hasta que logró abrirla de una patada, y nada más ver a su excomparñera, se abalanzó sobre ella propinándole diversos golpes por todo el cuerpo a la vez que le decía que era una hija de puta y una guarra y que la mataría», según recoge como probado la sentencia.

En ésta se explica, además, que la amiga de la víctima «acudió en su defensa, interponiéndose entre la pareja, para impedir que el acusado siguiera agrediéndola, no logrando evitarlo al recibir del sospechoso un puñetazo en la nariz».

De la última agresión fue víctima el novio de la anterior, quien salió en ayuda de las dos mujeres recibiendo, a su vez, otro puñetazo en el rostro.