Las dos detenidas por la investigación, entre ellas una recepcionista del hotel Cala Verde, son entregados al juez. | Marco Torres

Montaje al descubierto. La Policía Judicial de la Guardia Civil ha resuelto dos robos ocurridos en hoteles de la Isla, uno en Portinatx y otro en es Figueral, en el que un encapuchado armado con una pistola y supuestamente compinchada con su hermana, Alejandra E.S., recepcionista en uno de los establecimientos afectados, se apoderó de un botín próximo a los 33.000 euros. Se da la circunstancia de que el supuesto pistolero, Diego Enrique E.S., de 25 años, había sido, a su vez, recepcionista en el hotel de Portinatx.

La investigación se ha resuelto con la detención de una tercera persona, Erika B.D., de 19 años, una mujer que pasaba unos días de vacaciones en Eivissa y que se supone era cómplice de los dos anteriores haciendo tareas de vigilancia y apoyo. Los tres sospechosos son de nacionalidad uruguaya. El fin de semana ingresó en prisión el presunto enmascarado, quien sólo reconoció uno de los robos. Las otras dos arrestadas, a su vez, quedaron en libertad con cargos después de colaborar tras su detención en el esclarecimiento de todos los hechos.

La Guardia Civil se ha incautado de la pistola que se cree fue utilizada en los asaltos, un arma de balines, y de un paquete de cheques de viaje, que estaban en la caja fuerte del primer hotel que fue desvalijado, y gran cantidad de dinero.

El primero de los asaltos se perpetró a final de agosto en Portinatx, en el hotel Presidente. El asaltante, con extrema rapidez, según lo apreciado en las cámaras de seguridad del hotel, irrumpió en la recepción del hotel con el rostro cubierto y pistola en mano exigiendo que se le diera todo lo que había en la caja fuerte y en las oficinas de administración. Al parecer, las cámaras evidenciaron que el asaltante podía tener información privilegiada porque durante el tiempo que duró el robo se dirigió directamente a los sitios donde podía haber algo de valor.

El segundo robo tuvo lugar una semana después, el 7 de septiembre, en el hotel Cala Verde, en es Figueral, y el método fue el mismo. En este caso, sin embargo, la principal 'víctima' fue la hermana del ladrón confeso, recepcionista en este establecimiento. El encapuchado, sabiéndose grabado, volvió a repetir gritos y movimientos antes de darse a la huida.

Una investigación de libro

La Policía Judicial de la Guardia Civil obtuvo pruebas abrumadoras contra los tres sospechosos tras combinar distintas técnicas de investigación en el caso. Ésta incluyeron un exhaustivo trabajo de comprobaciones entre empleados y exempleados de ambos hoteles, así como un minucioso examen de las cintas de vídeo que grabaron los dos asaltos, según ha podido averiguar este periódico. Los agentes de la Guardia Civil, tras ello, intuyeron que había 'gato encerrado' en los robos y explotaron por igual pistas e hipótesis hasta que localizaron a los acusados. La recepcionista bajo sospecha, con las pruebas en la mano, terminó derrumbándose y facilitó la detención de los otros dos acusados.