La Guardia Civil, en una imagen de archivo, culminó su operación contra la Camorra en Eivissa el 31 de agosto de este año | ARGUI

David D., un empresario napolitano de Eivissa que, según la investigación del Equipo de Delincuencia Organizada Antidroga (EDOA) de la Guardia Civil de Eivissa, presuntamente lideraba la red de este grupo mafioso en la Isla especializado en narcotráfico, se entregó ayer en el cuartel de Can Sifre después de saberse buscado desde hace dos meses.

El supuesto cerebro del macrogrupo desmantelado en la denominada operación ‘Dragone', investigación saldada con 52 detenidos y 34 personas puestas a disposición del juez, se presentó en las oficinas de esta unidad del Instituto Armado acompañado de su abogada y en los próximos días, una vez concluidas las diligencias policiales que se tengan que realizar con él, será llevado al juzgado para comparecer ante el juez.

El sospechoso, que igual que algunos de los encartados en la investigación, contaba con negocios en el puerto de Eivissa y la Marina, entre otros ‘puntos calientes', no había, al parecer, logrado salir durante este tiempo de la Isla y finalmente decidió poner fin a lo que para él debió convertirse en una tensa espera. Su paradero era, hasta ayer, una incógnita después del gran dispositivo que la Guardia Civil organizó el 31 de agosto, con intervención de unidades de Mallorca y la Península, para desmantelar por completo las actividades de narcotráfico de la Camorra en Eivissa.

Las investigaciones iniciadas por el EDOA de Eivissa, reforzadas con las pesquisas que, a su vez, realizó la policía italiana, pusieron al descubierto que este grupo mafioso italiano llevaba unos dos años ‘explorando' Eivissa y que ya había puesto en marcha un primer desembarco con una infraestructura destinada a copar el mercado de estupefacientes a pequeña escala entre consumidores que demandaban no sólo éxtasis sino otras drogas como la cocaína y la ketamina. Dicha investigación se encuentra aún bajo secreto de sumario pero todas las fuentes consultadas coinciden en señalar que, dentro de ella, hay pruebas contundentes sobre las intenciones de la Camorra y el alcance que ya había alcanzado la red.

Decomiso

La explotación de la investigación el 31 de agosto se saldó con el decomiso de medio kilo de cristal de MDMA, medio de cocaína y otro kilo de speed, tres de hachís más otro medio de marihuana. Los traficantes también tenían preparado un kilo de ketamina en líquido y dos de sustancias para corte, así como 1.500 éxtasis. Todo ello se consideró una pequeña muestra de lo que realmente podía mover la organización.

Junto a estos estupefacientes se requisaron 68.000 euros y 18 vehículos de alta gama. La investigación judicial, a su vez, aún tiene un largo camino que recorrer para aclarar la procedencia y la financiación de los distintos negocios con los que los principales sospechosos contaban en la Isla que, en principio, no parecen ajenos a operaciones de blanqueo de dinero.