Detenido en dos ocasiones en Vila en el espacio de una semana y en el mismo sitio: en la plaza de sa Font. No consta que tuviera más antecedentes policiales. El acusado es M.G.C., un alicantino de 33 años que fue detenido el pasado viernes por la policía como sospechoso de haber intentado llevarse a punta de navaja la recaudación de un salón recreativo de Eivissa cuando este negocio cerraba sus puertas.

El robo fue abortado por una treta ingeniada por el empleado que, al salir de trabajar en la madrugada del miércoles 16 de noviembre, se encontró con un individuo que, esgrimiendo una navaja, le pidió que volviese a abrir el local y que le diera todo lo que había.

Llaves

Pero la víctima tuvo la audacia suficiente de ponerle un manojo de llaves en la mano al acusado y, aprovechando el descuido que se generó, huyó. El sospechoso comenzó a huir, pero sus pasos fueron seguidos, teléfono móvil en mano, por el empleado del salón que mantuvo el contacto con la sala del 091 hasta que se vio obligado a perderlo de vista. Ello ocurrió cuando el empleado decidió desistir en su persecución al verse descubierto.

Las investigaciones realizadas por Cuerpo Nacional relacionan al mismo individuo con un robo que se perpetró en un locutorio d e la zona del Exaimple y cuya denuncia se interpuso en comisaría el 31 de octubre.

M.G.F.. fue arrestado como autor de este caso después de que se hallaran pruebas de su supuesta participación en la sustracción de siete teléfonos móviles que fueron valorados en una cantidad próxima a los 2.000 euros.

El ladrón, para cometer este robo, rompió la cristalera del inmueble cuando eran las cinco de la madrugada y después huyó con el citado botín.

El pasado martes M.G.C. fue localizado y apresado por agentes de la Brigada de seguridad Ciudadana en el mismo sitio donde se le encontró la otra vez, en la plaza de sa Font. Todo ello sucedió después de que, tras las investigaciones efectuadas por el suceso que tuvo lugar en el locutorio, se le pusiera en busca y captura.