En al panorámica, tomada al anochecer de ayer, se aprecian todas las embarcaciones que están partcipando en el rescate.

Tras los problemas de ayer, todo parece que entre hoy y mañana el Royal Enterprise será reflotado y remolcado a puerto con el objeto de reparar los desperfectos que se produjeron al embarrancar el 24 de octubre en la zona de ses Bassetes, en el exterior de la bocana de s'Estany d'es Peix.
Ayer se hicieron varios intentos para desencallar la embarcación y, en un primer momento, se pudo desplazar la embarcación unos diez metros por la popa hacia el mar, pero, según explicó José Ave, capitán y propietario del remolcador Aveiro Tercero, «cuando se estaba desplazando el barco topó con una roca que impedía su desplazamiento lateral» y, cuando entre los dos remolcadores hicieron un tirón a máxima presión, se rompió una estacha situada a popa del Royal Enterprise. Después se colocó una nueva estacha en el bulbo de proa del yate para que el Tacoronte, remolcador de la empresa Remolcanosa, tirara de la proa, mientras que el Aveiro, tercero de Servicios Marinos Ave, lo hacia por la popa.
Sin embargo, los trabajos no alcanzaron su objetivo final, aunque se espera que en el día de hoy, según la portavoz de Ibiza Buceo, el barco pueda ser reflotado y remolcado a dique seco. Sin querer asegurarlo, desde Ibiza Buceo se tenía la confianza de que hoy pudiera estabilizarse y reflotarse la embarcación, de manera que pudiera iniciarse el traslado de la misma a Mallorca, donde será sacada a dique seco para su inspección y reparación.

Alarma por un vertido de gasoil
A primera hora de la tarde se detectó un fuerte olor a gasoil en las inmediaciones de la bocana de s'Estany d'es Peix, y a las cinco, aproximadamente, la consellera de Medi Ambient, Silvia Tur, fue advertida, por lo que se puso en contacto con el jefe de bomberos de la isla, se avisó al 112 y a Emergències, que de ordenó que se trasladara a Formentera un técnico para valorar la situación. Según Tur, se desconocía la procedencia e importancia del vertido y el hecho de la falta de luz iba a hacer muy difícil valorar la situación. Vicent Ferrer, el técnico desplazado a la isla, confirmó a última hora que "en principio, la fuga no parece importante y puede deberse al hecho de que se estuviera achicando agua de las sentinas para reducir el peso de la embarcación, que aunque fuera en su mayor parte agua olería a combustible al haber estado dentro de los depósitos" y señaló que como precaución se estaban colocando las barreras de protección para impedir que el posible vertido, no cuantificado, pudiera entrar dentro de s'Estany. Otra posibilidad del origen del vertido podría estar en una de las maniobras realizadas durante el día.