Antonio F.F. fue detenido por la policía 20 días después del robo y apresado de nuevo el pasado viernes.

Volvió a casa y a la cárcel por Navidad. Antonio F.F., el hombre que ha sido detenido por la policía en Santa Eulària para cumplir una condena impuesta en su día por la Audiencia Provincial de Palma por intentar matar a la dueña de una tienda de artículos de bebé de Vila en un robo ocurrido el 29 de diciembre de 2004, ingresó en la prisión de Eivissa el pasado fin de semana.

Nuevos datos que han trascendido sobre este caso señalan que el acusado, que sólo estuvo siete meses encarcelado y que el día que fue juzgado (junio de 2006) estaba en libertad tras haber depositado una fianza de 20.000 euros, estaba en busca y captura desde septiembre de 2007.

En esa fecha la Audiencia Provincial dictó una orden de búsqueda, captura e ingreso en un centro penitenciario al no haber fructificado los recursos que presentó su abogado después de que este tribunal le hubiera impuesto al acusado 15 años y medio de prisión en una sentencia dictada antes de que acabara 2006.

Firme

La sentencia, apelada ante el Supremo por supuestas vulneraciones en la tutela judicial y el principio de presunción de inocencia tras haberse producido la detención del sospechoso por una foto retocada por la policía, fue firme en 2007 después del que el Alto Tribunal no aceptara los argumentos del recurso.

Al respecto, el fiscal pidió en su día que el caso se valorara como un asesinato en grado de tentativa pero, al parecer, la última decisión final de la Justicia española ha sido considerar el suceso como de homicidio.

Antonio F.F., de 36 años, acabó el viernes con la situación de ‘impunidad' que había logrado después de que agentes de la Brigada de Policía Judicial de la Comisaría de Eivissa montaran en Santa Eulària un dispositivo en torno al domicilio de dicha persona al conocer que ésta había regresado a Eivissa. El pasado fin de semana la policía lo entregó en el Juzgado de Instrucción número 1 de Eivissa, lugar donde se formalizó su entrada en prisión.

Se da la circunstancia de que Antonio F.F., un hombre que tenía antecedentes por otros robos con violencia y condenas en suspenso por este tipo de delitos, no podía tampoco acercarse a su víctima por un plazo de 20 años, mujer natural de Eivissa y que tenía 52 cuando estuvo a punto de perder la vida en este atraco. La víctima fue brutalmente golpeada en la cabeza con una barra de hierro cuando se disponía a cerrar su establecimiento ubicado en la calle Balears.

Una prima suya la encontró desvanecida y cubierta de sangre cuando entró en el comercio para felicitarle las fiestas navideñas. La mujer fue hospitalizada con un grave traumatismo craneoencefálico y varias fracturas y lesiones en el hemotórax derecho. Como secuelas le quedaron un síndrome postconmocional, diplopía en campo lateral, déficit de secreción ocular y sinusitis crónica.

El hombre que pidió a su víctima que le mirara a la cara

Antonio F.F., quien huyó de la tienda dejando una mujer moribunda para llevarse 95 euros y un reloj de la marca Citizen, tenía entonces una sentencia en suspenso de dos años y medio de prisión por un robo con intimidación dictada en agosto de 1999. Quince días antes de esta resolución había sido condenado a otros dos años por este mismo delito. Pese a este historial, el día de juicio, y con unos hechos más graves, continuaba en libertad. Ese día se encaró con la víctima, cuando el tribual le pidió que identificara a su agresor, y le dijo: «Por favor, míreme bien señora». Durante el juicio el acusado negó en todo momento que hubiera estado alguna vez en la tienda preguntando por una sudadera u otro artículo. Es más, afirmó que el 29 de diciembre estaba en un bar de Santa Eulària. Nadie confirmó su coartada.