Los ladrones que robaron en la boutique de la bici abrieron un boquete en la persiana y accedieron al comercio sin que nadie les escuchara.

En una misma noche y en un céntrico tramo urbano de Vila con escasos 50 metros de longitud. Personas desconocidas desvalijaron durante la madrugada de ayer una tienda de bicicletas causando pérdidas en material superior a los 40.000 euros y se apoderaron de la caja registradora de una pastelería no sin antes llevarse un pequeño montón de chocolatinas y dulces.

«Lo que tiene que hacer la policía es vigilar. Que haya más agentes paseando por las calles y patrullando, especialmente por las noches», demandaba ayer el responsable de la boutique de la bici (Casa Serapio), en la calle Historiador Josep Clapés. «Estos tipos sabían lo que hacían y lo que se llevaban», añadió mientras, al mediodía, aún cualificaba el valor de las pérdidas. Entre ellas se encontraban ocho bicicletas de los modelos más caros de este año y buen material como GPS y forros polares».

«Se han apoderado de hasta una bici pequeña. Supongo que será para el hijo de uno de ellos», comentó.

El robo fue descubierto a primera hora de la mañana. Nadie oyó antes ningún ruido pese a que los ladrones cortaron la persiana con una cizalla o una radial y luego debieron cargar su botín en un vehículo grande que presumiblemente aparcarían junto a la entrada. En el establecimiento nunca había sufrido antes un robo de estas características, aunque sí algún hurto.

En la idea de todos estaba la de que los autores de este hecho son los que a pocos metros, en la calle Canónigo Joan Planells, en el barrio de sa Capelleta. La dueña de la pastelería La Buenos Aires tardó tiempo en saber que alguien se ha