Otro atraco a una librería de la Isla, el tercero de este año, pero esta vez con una persona malherida y con otro ladrón que supuestamente copió la ‘idea' al joven de Puig d'en Valls, ahora preso, que días atrás reconoció haber asaltado un establecimiento de Can Bellotera y otro de Santa Gertrudis.

La policía detuvo el martes a un vecino de sa Penya con antecedentes delictivos, M.G.C., natural de Alicante y de 33 años, como supuesto autor de un robo con violencia ocurrido a última hora de la tarde del pasado viernes en un establecimiento de Can Escandell. La víctima, que, al parecer, no llegó siquiera a enfrentarse al atracador quedó malherida después de que recibiera al menos un fuerte golpe en la cabeza con la culata de una pistola con la que el asaltante la amenazó previamente.

Agresión

El ladrón huyó a continuación con un botín de 90 euros que había en la caja y que la afectada se disponía a entregarle. La víctima precisó posteriormente atención sanitaria y siete puntos de sutura.

El robo se perpetró sobre las ocho y media de la tarde del viernes cuando la empleada se disponía a cerrar el establecimiento. A esa hora, un individuo portando una pistola, irrumpió en el local y exigió la recaudación. Comisaría, al respecto, informó ayer de que el arma era simulada. La mujer atendía la orden del asaltante cuando se vio sorprendida por el ataque de éste, quien muy nervioso se abalanzó sobre ella.

La investigación policial puso en busca y captura a M.G.C. después de que dicha persona fuera reconocida fotográficamente como la persona que había cometido el robo. Agentes de Policía Judicial localizaron y detuvieron al sospechoso ayer por la tarde. Los registros posteriores que se llevaron a cabo, sin embargo, no pudieron resolverse con la intervención de ninguna arma, aunque sí un anorak reversible que se cree fue empleado en el atraco.

Según Comisaría, M.G.C. ha sido detenido por cinco delitos contra la propiedad, cuatro de ellas desde noviembre.

Pendientes del reconocimiento

La policía entregó ayer M.G.C. en el juzgado de guardia para que se realizaran con él las oportunas diligencias judiciales antes de determinar si existían indicios para que dicha persona ingresara en prisión. El juzgado guardia, en este caso el número 4, cuyo máximo responsable es el magistrado Santiago Pinsach, estaba pendiente de que se realizara una rueda de reconocimiento a fin de que se pudiera identificar con plena certeza si el sospechoso fue presuntamente el autor del robo. La legislación española establece de dos a cinco años de cárcel por este tipo robos junto con penas añadidas de tres meses a tres años cuando ha habido lesiones.