«No, yo no lo hice. Sólo dormía». Éste fue el alegato final de un joven juzgado ayer después que fuera sorprendido por la Guardia Civil en el interior de una furgoneta sustraída el día antes. El dueño del vehículo lo encontró en una zona montañosa del valle de Morna y dio aviso a la Benemérita.

Pero llueve sobre mojado. El acusado de estos años fue recientemente condenado a seis meses de prisión por otro delito de hurto de uso a vehículo a motor que se le imputó después de que el 25 de noviembre de 2010 se le relacionara con otro caso similar. Además, durante la fase de instrucción del último delito que se le atribuyó, dijo que llevaba dos días durmiendo en él cuando no habían pasado ni 24 horas del robo.

Llaves puestas

El acusado respondió ayer en el Juzgado de lo Penal número 2 de Eivissa de haber robado un vehículo que había sido dejado abierto y con las llaves puestas cuando la persona que lo estaba usando, padre del propietario, realizaba tareas de recogida de fruta.

El fiscal pidió en esta ocasión una multa de 1.890 euros. El acusado, en caso de ser condenado, sin embargo, podría ingresar en la cárcel para cumplir los seis meses a los que fue condenado porque se revocaría la suspensión de dicha pena.

Nada más detectarse el robo, el titular de la furgoneta llamó a todos sus conocidos e inició su búsqueda. «Una persona me dijo que lo había visto por la carretera, explicó el afectado. Él mismo lo halló al transitar el Valle de Morna. Su padre fue aún más expeditivo cuando le tocó dar su testimonio ayer ante la juez Martina Rodríguez, quien tuvo que apercibirlo por el siguiente comentario: «No lo conozco de nada. Si lo vuelvo a pillar otra vez, no vendrá aquí», dijo.

Los agentes de la Guardia Civil que detuvieron al sospechoso señalaron que dentro del vehículo, en la parte trasera, encontraron los enseres y pertenencias del acusado. La furgoneta tenía aún las llaves puestas.

«Ustedes no lo saben pero ese coche me lo encuentro en todos sitios. Cualquiera pudo ser. Sólo quería dormir», insistió el acusado.