Su mal genio le va a costar 1.760 euros. Ésta es la cantidad que la juez Clara Ramírez de Arellano, titular del Juzgado de lo Penal número 1 de Eivissa, ha estimado que debe pagar un residente de Sant Jordi que destrozó el ciclomotor de su vecino tras arrojarle encima una bicicleta.

Llovía sobre mojado. Las desavenencias entre el afectado y el acusado y su hermano eran continuas desde hace tiempo en una finca en la que, al parecer, todos ocupaban sin tener la propiedad ni hacer frente a un arrendamiento, según se señaló en el juicio.

Maza

El ruido y las molestias que supuestamente estaba ocasionando de noche el denunciante cuando precisamente realizaba reparaciones con una maza en su ciclomotor fue supuestamente el detonante. Según éste, el acusado, incluso, se dirigió horas antes a él y le dijo que tenía que sacar todas sus cosas de la vivienda y abandonarla, algo que originó un enfrentamiento al incidente que terminó siendo juzgado.

El suceso ocurrió en la madrugada del pasado 10 de mayo. El acusado aseguró que él dormía y escuchó los golpes. Se levantó y le recriminó que lo estuviera haciendo a esas horas. Según su versión, depuso sus protestas tras ser insultado y amenazado. Nada más.

El perjudicado, sin embargo, añadió que él ya se había retirado cuando escuchó un estruendo. Al salir, se encontró con que el acusado entraba de nuevo en el inmueble y que sobre su moto había una bicicleta. Una peritaje posterior valoró los daños ocasionados en su medio de transporte en casi 680 euros. La juez establece que el sospechoso, además de resarcir con dicha cantidad a su vecino, debe hacer frente a una multa de 1.080 euros por ser autor de un delito de daños.