El supermercado de Platja d’en Bossa donde ocurrieron los hechos en julio de 2008.

«Fue un conflicto que se fue de las manos». Así definió ayer un Policía Local de Eivissa el incidente ocurrido en la madrugada del 26 de julio de 2008 en un supermercado de Platja d'en Bossa tras un desacuerdo por la devolución de un euro entre el dueño del establecimiento y un grupo de menores, dos de los cuales resultaron heridos leves y al menos uno de ellos golpeado con una porra extensible.

El encargado de dicho supermercado tuvo que sentarse ayer en el banquillo del Juzgado de lo Penal número 2 para responder de cargos de amenazas y lesiones. El fiscal pide un año de cárcel por un presunto delito de amenazas y una multa de 600 euros por las heridas ocasionadas. En la vista oral, afirmó que se limitó a defenderse cuando creían que le robaban.

Arma prohibida

Pese a ello, acabó siendo detenido y la porra requisada por ser un arma prohibida. Todos los policías que declararon ayer en la vista oral corroboraron que, a su llegada, se encontraron dicha persona «muy agresiva» y que, porra en la mano, espetaba a los menores las siguientes frases: «Sois unos niñatos hijosdeputa y os voy a matar aunque esté aquí la policía» y «ya os pillaré por la calle».

El violento suceso ocurrió sobre la una y media de la madrugada después de que uno de los jóvenes, entonces de 17 años, introdujera supuestamente un euro en una máquina expendedora de bebidas que había en el supermercado. Al tragarse la moneda, el joven metió otra de dos euros y requirió al acusado a que le devolviera el euro que se había quedado la máquina. Al no ser atendido, el menor cogió un bote de crema y señaló que si no le daba dicha cantidad consideraba justo llevarse algo a cambio.

«Ni siquiera hice ademán de irme. Se abalanzó sobre mí, me levantó la camiseta para que no viera y comenzó a agredirme. Luego llamó a su madre, pidiendo la porra. Me dio en la cabeza y lanzó varios golpes a la cara de los que pude taparme», explicó la víctima. La otra menor afectada señaló que la madre del acusado la agarró por el pelo y que luego fue empujada por el acusado y arrojada al suelo.

Botes de crema de 30 euros

Los policías Nacionales y Locales que declararon en la vista coincidieron en señalar que los menores no dieron apariencia de haber intentado robar. La defensa del acusado, sin embargo, argumentó que el encargado del supermercado entró en cólera cuando vio que el menor que le reclamaba el euro, al cual no había visto introducir ninguna moneda en la máquina expendedora de bebida, portaba en la mano un bote de crema (dos según el denunciante). Cada bote estaba valorado en 30 euros y, según su versión, intuyó que el adolescentes estaba, sin más, dispuesto a llevárselo.