J.F.P. en el momento de ser puesto a disposición judicial en enero de 2008 tras atracar con una pistola una gasolinera en Vila.

El presunto atracador que el pasado miércoles fue detenido tras atracar con un cuchillo la gasolinera de la carretera del aeropuerto ya fue arrestado por asaltar otra estación de servicio en enero de 2008, aunque aquella vez empleó una pistola con la que, además, realizó un disparo.
El sospechoso fue puesto a disposición del juzgado de guardia el pasado jueves y fue enviado a prisión con carácter provisional. Se trata de un hombre de unos 40 años de edad, J.F.P., que cuando fue detenido en el año 2008 se encontraba en tratamiento por su adicción a las drogas.
Fue arrestado el miércoles por la tarde después de que, supuestamente, amenazara con un gran cuchillo y el rostro oculto al trabajador de la estación de servicio de Sant Jordi, que le entregó 500 euros de la caja registradora. Media hora después se presentó en el cuartel de la Guardia Civil de Sant Antoni para denunciar que le habían robado el coche, precisamente el vehículo con el que se acababa de cometer el atraco en la gasolinera.
El hombre enseguida levantó las sospechas de los agentes de Sant Antoni, que le sometieron a un interrogatorio y acabó por confesar. El dinero, los 500 euros, estaban en la guantera.

No le tomaban en serio
En enero de 2008 el botín fue de 400 euros. J.F.P. se presentó en la gasolinera de entrada al puerto de Eivissa con un gran sombrero negro bien calado y una pistola marca Stark del calibre 22 y amenazó a los trabajadores. Además, soltó un tiró, aunque nadie resultó herido.
Fue detenido pocos días después por agentes del Cuerpo Nacional de Policía y puesto a disposición del juez de guardia. Explicó que la pistola se le disparó sola y que la esgrimió porque las trabajadoras del local no le tomaban en serio y se reían de él.
Sin embargo, las dos empleadas de la estación de servicio dijeron que apretó el gatillo dos veces y que la pistola se encasquilló antes de sonar el disparo. La bala dio una de las puertas correderas del establecimiento. Ambas empleadas señalaron que el robo fue extremadamente rápido.