La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Palma condenó a un total de 52 años y tres meses de prisión a quince acusados de traficar con cocaína en Eivissa, unos hechos que reconocieron todos los inculpados a pesar de que no se mostraron conformes con las penas solicitadas por la Fiscalía.

El tribunal no ha admitido finalmente las atenuantes de confesión, drogadicción, estado de necesidad y dilaciones indebidas cuya aplicación solicitaban las defensas.

Sobre los quince procesados, quienes se enfrentan asimismo al pago de multas que ascienden a un total de 474.700 euros, pesan delitos contra la salud pública si bien en base a distintos grados de involucración en la trama y al papel que cada uno de ellos jugó en ella.

El líder

Así, el liderazgo es atribuido a Manuel José S.P., condenado a cuatro años y medio de cárcel y tras el cual la sentencia distingue distintos tipos de escalones hasta llegar a las penas más bajas.

La resolución judicial considera probado cómo Manuel José S.P. se dedicó desde mayo de 2010 a la distribución y venta de cocaína en Eivissa tanto mediante el envío de ‘correos humanos’ como a través de la entrega directa a compradores. Para ello contó con la connivencia del resto de acusados, quienes llevaron a cabo diversas labores de intermediación en el marco de la trama.

Los quince acusados [diez dominicanos, un colombiano, tres ibicencos y un valenciano] formaban parte de una red de ‘narcos’ que utilizaba a mujeres embarazadas como ‘correos’, transportando la dorga en el interior de su organismo.

La ‘operación Furia’ se desarrolló en la isla en el primer semestre de 2010 después de que agentes del Equipo de Delincuencia Organizada Antidrogas (EDOA) de la Guardia Civil de Eivissa investigaran la existencia de una red dominicana conectada con Madrid a tra´ves de ‘mulas’. La investigaicón se saldó con casi 30 detenidos.

Además, se demosiaron 2.500 gramos de cocaína, 185 gramos de metanfetamina (cristal), 3.000 gramos de precursores para la adulteración de la cocaína, una prensa, varias balanzas, útiles de laboratorio y unos 25.000 euros.