Juan R.R. es conducido ayer por la mañana a los Juzgados después de ser detenido cuando se disponía a huir a Mallorca. | Imagen cedida por IB3

Josefa Roig, la mujer de 63 años de edad asesinada presuntamente por su expareja en una casa de campo de Sant Jordi, falleció después de haber recibido varios golpes en la cabeza. Uno de estos golpes le tocó gravemente la sien y la dejó inconsciente. Se precipitó sobre la cama, con el torso hacia adelante, lo que le impidió respirar con normalidad y acabó por causarle la muerte, según los resultados del análisis forense realizado en la clínica forense de Eivissa.

El sospechoso, Juan R.R., de 55 años de edad y de quien estaba separada, fue puesto ayer a disposición del Juzgado de Violencia Sobre la Mujer. Anoche, tras declarar ante el juez, que ha declarado la causa secreta y que le imputa la comisión de los presuntos delitos de homicidio y quebrantamiento de condena, ingresó en la prisión de Eivissa con carácter provisional e incondicional mientras continúa la investigación y la instrucción del caso.

Desde la Comandancia de la Guardia Civil de Balears informaron ayer a través de un comunicado de que la fallecida era víctima de violencia machista, ya que había sufrido agresiones anteriores por parte de su expareja sentimental, sobre quien pesaba una orden de alejamiento.

Según la Guardia Civil, el detenido se contradijo cuando fue sometido a interrogatorio. Al parecer, su discurso no fue claro a la hora de explicar las circunstancias del hallazgo del cuerpo y justificar su presencia en el lugar.

Por ello, la Guardia Civil procedió a su detención este pasado fin de semana, cuando el hombre se encontraba en el Aeropuerto de Eivissa con la intención de abandonar la Isla en un vuelo hacia Mallorca.

Algunas fuentes señalaron también que se maneja la hipótesis de que el hombre golpeara a la mujer con la prótesis metálica que ella empleaba para caminar, aunque por ahora no se ha informado de los detalles del caso de forma oficial.

«Entre todos»

Por otra parte, desde la Conselleria de Salut, Familia y Benestar Social y el Instituto Balear de la Dona mostraron ayer en su nombre y en el de todos los miembros del Govern su «más contundente condena y rechazo» por la muerte de esta mujer.

Asimismo, desde la propia Conselleria se transmitió el pésame a la familia directa de la fallecida y destacaron que hechos como estos deben ser denunciados para que toda la sociedad sea consciente de que la violencia de género existe y que, de esta forma, «entre todos, se pueda erradicar».

El Govern balear ha convocado para hoy miércoles, un minuto de silencio en el Consolat de Mar, sede del ejecutivo, en memoria de esta nueva víctima mortal en Baleares por violencia de género.