Una comisión independiente sobre la matanza de la isla noruega de Utoya dictaminó hoy que el operativo policial debería haber actuado de forma «más rápida», aunque admiten que no hay «razones para pensar» que el ataque pudiera haberse evitado.

Según la comisión, que recibe el nombre de «Comisión 22 de julio» por la fecha en que se produjo la matanza perpetrada por el ultraderechista Anders Behring Breivik, la policía «falló» en el objetivo de «proteger a la gente» que se encontraba en ese lugar.

La Comisión, integrada por 10 miembros, entre juristas y expertos, fue creada para investigar la actuación policial en la isla, a 40 kilómetros de Oslo, donde murieron 69 personas, en su mayoría adolescentes, y a la que la policía llegó 70 minutos después de recibir la primera alarma.