El ministerio público reclama una pena de seis meses de prisión para un joven de 20 años de edad que fue detenido después de que su expareja le denunciara por, supuestamente, amenazarla con publicar vídeos de carácter sexual de cuando eran novios y que fueron grabados con el consentimiento de ambos. Por su parte, el abogado de la denunciante pidió una multa de 10.800 euros.

Ayer, en el juicio, celebrado en el Juzgado de lo Penal número 2 de Eivissa, el acusado explicó que su intención al iniciar con ella una conversación por WhatsApp en la que adjuntó un vídeo de carácter sexual en el que únicamente se ve a una joven -y que él cree que es ella pero la joven dice que no- no era amenazarla, sino simplemente advertirla: «Te dije que acabarías en alguna página y mírate».

WhatsApp

Como prueba de que la conversación a través del WhatsApp no era una amenaza y de que ella, presuntamente, no se lo tomó de esa manera, al menos al principio, el acusado y su abogado aludieron a las risas escritas («ja ja ja») que la joven escribió durante la comunicación. «Ja, ja, ja, ¡no soy yo!, que mi cuerpo ha cambiado mucho», respondió la joven.

Sin embargo, ayer, en el juicio, la denunciante señaló que sí se sintió amenazada, ya que él tiene los vídeos ‘sexuales’ que grabaron cuando eran pareja, y que ese era el motivo por el que solicitaba una orden de alejamiento.

Él, por su parte, explicó que en ningún caso podría interpretarse la conversación a través del WhatsApp como un síntoma de que él desee retomar la relación con ella, ya que fue él quien decidió acabar con el noviazgo porque, según dijo, ella era muy posesiva y no se fiaba de él.

En un principio, el ministerio público acusaba por coacciones leves, pero después modificó su escrito y acusó por amenazas leves. El juicio quedó visto para sentencia.