El cuerpo fue encontrado el sábado por la mañana en Platja d’en Bossa aunque probablemente llevaba muerto desde el viernes. | Marco Torres

El cadáver que fue encontrado sin vida en aguas de Platja d’en Bossa el pasado sábado ya tiene nombre y apellidos. Se trata de John Sharp, un joven británico de 31 años que había acudido a la Isla a pasar sus vacaciones en compañía de unos amigos.

Según publicaron ayer distintos medios de comunicación, John Sharp llegó a Eivissa el pasado miércoles 14 de agosto para encontrarse con unos amigos que ya llevaban varios días disfrutando de la fiesta en la Isla.

Una vez que se juntó con ellos salieron todos de fiesta el jueves 15 pero, mientras sus compatriotas decidieron marcharse a descansar en torno a las ocho de la mañana, él quiso seguir por su cuenta.

Ese fue el último momento que le vieron con vida porque tal y como declararon a la Guardia Civil sus acompañantes, le perdieron la pista y creyeron que sería capaz de regresar sin problemas.

Sin embargo no fue así. Todo parece indicar que la peligrosa mezcla de drogas que consumió esa noche, entre ellas, éxtasis, anfetaminas, cocaína y metanfetamina, unido a la gran cantidad de alcohol que llegó a tomar, fue lo que provocó el fatal desenlace.