Momento en el que J.J.F. llega a los juzgados de Eivissa para prestar declaración el pasado tres de noviembre.

Que la vida del agente de la Policía Nacional J.J.F no es la misma desde que fuera imputado en la sustracción de 1,7 millones de euros de las oficinas del Grupo de Empresas Matutes nadie lo niega. Ha pasado de ser un agente respetado en la Isla y hasta condecorado, a quedar libre con cargos tras declarar ante el juzgado de guardia el pasado tres de noviembre como presunto participante en uno de los robos más impactantes de los últimos años en Eivissa.

Sin embargo, su día a día dio un giro aún más radical este lunes por la noche cuando dos hombres encapuchados y armados asaltaron su vivienda, golpeándole y provocándole varias heridas. «No sé que voy a hacer ahora, estoy nervioso y tengo miedo», confesaba ayer brevemente el agente a Ultima Hora momentos antes de poner la denuncia por los hechos ante la Guardia Civil.

En el asalto a su vivienda de Sant Llorenç y que aúun está siendo investigado por el propio Instituto Armado, también se vi afectada la esposa del Policía que sin embargo logró escapar no sin el susto en el cuerpo. «Que me hagan daño a mi lo paso pero que vayan a por mi mujer no lo voy a permitir y por eso ahora tengo que ver qué hago porque mis prioridades en la vida han cambiado desde el lunes», explicó escuetamente J.J.F.