Foto de archivo. Participantes de una party boat. | Esteve Franquesa

La defensa de los dos tripulantes de una embarcación de recreo que fueron detenidos el pasado 30 de junio acusados de haber agredido sexualmente a una turista de nacionalidad australiana durante una 'party boat' aludió ayer al principio de inocencia alegando que «en el informe de forensía no se advierten signos de agresión sexual».

Según un escrito que hicieron llegar a este periódico «no ha podido quedar probado que hubo violación» en la cocina del barco cuando la mujer se encontraba ebria, tal y como denunció la presunta víctima, ya que «simplemente se detectan pequeñas fisuras que pueden ser consecuencia del uso del anillo vaginal anticonceptivo que portaba la denunciante».

Además, con respecto a la información a la que tuvo acceso este periódico en la que se hacía referencia a que los médicos forenses del Instituto de Medicina Legal de Eivissa advirtieron signos de violencia en el cuerpo de la joven y que por ello los dos sospechosos fueron detenidos por los agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil la defensa alega que dicho arresto se produce el mismo día de los supuestos hechos, el 30 de junio a las 23,30 horas, «con anterioridad a ser reconocida la denunciante por personal sanitario alguno».