Baptista durante la vista oral, en Mallorca. | Alejandro Sepúlveda

Paulo Cesar Martins Baptista, en libertad provisional desde mediados de agosto, ha mostrado en medios judiciales su deseo de residir en Eivissa, aunque por el momento las medidas cautelares que le ha impuesto la Audiencia Provincial le impiden abandonar Mallorca, ya que debe presentarse cada día en los juzgado de esa isla. Baptista hizo saber a los funcionarios del juzgado que su deseo es residir en Eivissa y crear un negocio, algo que, al menos por el momento, no podrá ser debido a la prohibición de salir de Mallorca.

Además, Baptista está pendiente de que el Tribunal Supremo resuelva el recurso que presentó contra la sentencia de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial, que le condenó a cuatro años y medio de cárcel por el homicidio de Abel Ureña y seis meses más por emplear documentación falsa. Fue juzgado por la ley del jurado por la muerte en el verano de 2011 de su compañero de trabajo Abel Ureña, que falleció a consecuencia de un puñetazo que el primero le asestó en el Ushuaïa Beach Club.

Nombre falso

Baptista, que llegó a España con nombre falso, huyó tras el puñetazo que acabó resultando mortal y fue detenido el 21 de noviembre en Amsterdam por las fuerzas especiales neerlandesas. Desde este entonces está en prisión. Ha permanecido cerca de dos años y nueves meses en prisión provisional, hasta que finalmente la Audiencia Provincial lo ha tenido que dejar en libertad provisional, ya que la sentencia por la muerte de Ureña no se firme.

Tras salir de prisión, su expareja, que reside en el extranjero, recibió un mensaje a nombre de otra persona en el que se ve una foto de Baptista y un texto que señala: «El ha vuelto! Se preparem aquelles que tienem algo que temer!!!». La mujer se siente amenazada y ha pedido ayuda a las autorides españolas, que le han recomendado que informe a la policía del país en el que reside en la actualidad.