Los hechos sucedieron el 30 de enero de 2014 a las 11,20 horas en el puerto de salida de Marina Botafoch, durante el embarque en el buque Alhucemas de la compañía Baleària que se dirigía a Dénia.
Los dos hombres acusados tenían en su poder, y de común acuerdo, 395,53 gramos de cocaína mezclada con MDPV, más conocida como droga ’caníbal’, con una riqueza del 9% y una valor en el mercado de 23.731 euros. Sustancias que intentaron ocultar en el interior de la tapicería de los laterales del maletero de un coche modelo Renault Megane que ambos habían alquilado. Los dos hombres fueron ayer condenados por estos hechos que constituyen un delito contra la salud pública.
La fiscalía pedía para Beltrán de Biedma, de 31 años de edad, cinco años de prisión y una multa de 55.000 euros. Y a Gonzalo Escudero, de 37 años de edad, la pena de tres años de prisión y 24.000 euros de multa. Finalmente, las partes llegaron a un acuerdo de conformidad según el cual se condena a ambos acusados a tres años de prisión y 24.000 euros de multa cada uno.
43.000 pastillas
Los condenados también intentaron sacar de Eivissa 43.000 pastillas que se encontraron escondidas en el mismo vehículo alquilado, distribuidos en 14 paquetes diferentes. En un principio se pensó que eran pastillas de éxtasis, concretamente de MDMA. Tras ser analizadas, las autoridades descubrieron que se trataba de una sustancia derivada de la anfetamina y considerada ‘alegal’, es decir, que no está catalogada como ilegal, es por ello que esta partida no se incluyó en el escrito de acusación y no ha sido objeto del juicio, celebrado ayer.
Reincidente
Cabe destacar que uno de los condenados, Beltrán de Biedma, ya tiene antecedentes por tráfico de drogas y por robo con fuerza, delitos por los que fue condenado a 4 años y 8 meses, respectivamente. Por su parte, el otro acusado, Gonzalo Escudero, no contaba con antecedentes penales.
El juicio se celebró ayer en Palma y en él declararon los agentes que participaron la detención y los acusados, y finalmente condenados.
Además, concurren dos peculiaridades en este caso. Una de ellas es que normalmente las fuerzas de seguridad del Estado interceptan cargamentos de droga y detienen a personas que intentan introducir grandes cantidades de droga en Eivissa y no sacarla como en este caso.
Otra circunstancia curiosa es la fecha de los hechos delictivos. Normalmente este tipo de detenciones suelen llevarse a cabo en la época estival, que es cuando las mafias intentan introducir droga en la isla, mientras que en este caso los hechos se produjeron el día 30 de enero, en pleno invierno.
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