En principio parecía un nuevo envenenamiento pero finalmente no ha sido así. Se trata de Max, un perro que ha sufrido una intoxicación después de ingerir algún producto tóxico en la finca de su propietario.
Y es que, vecinos de Sant Rafel han denunciado el envenenamiento de dos perros -uno de los cuales ha fallecido, mientras que el otro se recupera- en un mismo punto de esta parroquia y con claros indicios de corresponder a un presunto delito de maltrato animal, al encontrarse en el lugar restos de un químico nocivo.

Los hechos, ocurridos esta semana en los alrededores de Can Parentona, han supuesto la muerte de Mia, una pastor alemán que falleció el pasado miércoles, y la intoxicación de Coco, un cocker spaniel que se recupera desde el jueves en una clínica veterinaria de Eivissa.

Según relató el veterinario Juan Pereyra, ambas mascotas presentaban inequívocos síntomas de intoxicación.

Veneno azul

El también socio de la Clínica Veterinaria Vidal-Pereyra de Vila no pudo hacer nada por salvar la vida de Mia, que presentaba saliva y heces de color azul y sufrió convulsiones hasta morir. Pereyra descartó una intoxicación accidental y apuntó al probable uso de un veneno de color azul conocido como metaldehído, un compuesto químico usado comúnmente como pesticida contra babosas, caracoles y otros gasterópodos.

Además, señaló que se habían enviado muestras al Instituto de Toxicología para certificar el empleo de dicha substancia.

Mejor suerte ha tenido Coco, un cocker spaniel de 12 años y pelaje negro que se recupera en la citada clínica veterinaria tras presentar el jueves idénticos síntomas de intoxicación.

Los dueños de ambas mascotas -que declinaron atender a la prensa- pasearon los canes en la misma zona: los alrededores de Can Parentona (Sant Rafel), donde al parecer se localizaron recipientes con comida que contenían una substancia azul que podría ser responsable de las intoxicaciones. Uno de los dueños ha puesto los hechos en conocimiento de la Guardia Civil para tratar de identificar al autor.