El magistrado del Juzgado de Instrucción 4 de Eivissa absolvió, en sentencia con fecha de 20 de febrero, a V.C.C. de una falta de hurto. El acusado era un trabajador que fue denunciado por su jefa por robar medicamentos en la farmacia donde trabajaba y venderlos luego en el mercado negro.

Según describe la sentencia, a raíz de la denuncia interpuesta por L.B.R., titular de la farmacia, el 24 de enero de 2014 agentes de la Policía Nacional montaron un dispositivo de vigilancia durante la mañana y cuando el trabajador fue a buscar su coche la policía, sin oposición del acusado, registró el vehículo y encontró debajo del asiento del copiloto una bolsa con medicamentos por valor de 200 euros. Todo parece haber sido un montaje ya que según el juez «no queda probado» que el denunciado robara esos medicamentos «con intención de obtener un beneficio económico». V.C.C. nunca se negó a dicha incautación y existían hasta ocho personas «con acceso a las mismas medicinas» y «las llaves del vehículo del denunciado estuvieron durante toda la mañana» en la taquilla del denunciado que estaba abierta y a la cual tenía acceso cualquier trabajador de la farmacia.

Además el juez añade que entre el imputado y el centro de trabajo «existían malas o muy frías relaciones; que precedieron a los hechos al menos dos pleitos laborales».

El juez también se extraña de que la relación laboral entre denunciante y denunciado finalizara después de los hechos y «con acuerdo económico entre las partes no perjudicial para el imputado y aparentemente incoherente, por tanto, con el mantenimiento de la presente imputación», describe el magistrado en la sentencia.

Por todo ello «impide considerar producida la prueba de cargo suficiente (...) para establecer hechos o razonamientos mínimamente convincentes para fundar o justificar adecuadamente la condena solicitada», dicta la sentencia.
El denunciado y extrabajador de la farmacia mostró su satisfacción tras la sentencia absolutoria dictada por el juez porque aseguró que todo este asunto le hizo mucho daño: «Mi hijo hacía meses que había nacido y yo pase una noche en el calabozo y tenía que ir a firmar a juzgados, fue horrible», explicó a PERIODICO de IBIZA Y FORMENTERA, y mostró su plena satisfacción ante el dictamen judicial porque «se ha hecho justicia», concluyó, e indicó que la parte denunciante no ha recurrido la sentencia con lo que ésta ya es firme. El denunciado se guarda su derecho a demandar por daños y perjuicios aunque en un principio lo único que desea es dar este tema por zanjado y olvidar.