Un médico cirujano del Hospital Can Misses fue condenado ayer de un delito de homicidio por imprudencia leve por no haber diagnosticado correctamente el cáncer de mama que padecía una paciente que falleció en julio de 2009, veinte meses después de la consulta.

En el juicio celebrado ayer en el Juzgado de Instrucción número 1 de Eivissa, las partes llegaron a un acuerdo de conformidad por el que el acusado deberá pagar una multa de 5.475 euros de multa (12 meses a razón de 15 euros día). Además, el acusado y las compañías Zurich Insurance PLC y AMA deberán abonar una indemnización total de 210.435 euros, 119.731 euros para el viudo de la víctima y 45.352 euros para cada una de las dos hijas de la pareja.

En un principio, el Ministerio Fiscal solicitaba una pena de 3 años de prisión para el acusado y 120.000 euros de indemnización pero las partes llegaron a un acuerdo de conformidad que rebajaba la pena al pasar de imprudencia grave a leve. Según el relato de los hechos, la víctima acudió al Hospital de Can Misses para ser examinada de un bulto que le había aparecido en el pecho y que podría ser maligno. Le atendió el ahora condenado. Las pruebas de mamografía y de ecografía no permitieron llegar a un diagnóstico definitivo, pero se encontraron indicios de una posible malignidad que no pudieron ser confirmados ni descartados debido a que la muestra tomada no era útil para diagnóstico. A pesar de ello, el acusado no solicitó que se repitiera la prueba, ni que se practicara un seguimiento estricto de la evolución del nódulo. La mujer falleció el 30 de julio de 2009 a causa del carcinoma no detectado en su día por el acusado.