El ladrón forzó la puerta exterior haciendo palanca y una vez dentro se hizo con los 70 euros en metálico.

«Estaba durmiendo y oí un ruido muy fuerte. Pensé que mi padre se había levantado o tenido algún golpe y salí a la tienda. Al entrar estaba todo oscuro y me topé con un hombre que llevaba una linterna en la frente. Allí estábamos cara a cara y me dijo: ¡ay perdón!». Así narraba Toni Boned el asalto que sufrió la madrugada del sábado en Can Cosmi.

Toni explicó al PERIODICO de IBIZA Y FORMENTERA que era en torno a las 5:15 de la mañana cuando se produjo el asalto. El ladrón forzó una de las puertas de entrada haciendo palanca. Una vez dentro, el hombre se hizo con unos 70 euros que había en la caja del bar y luego reventó a golpes la puerta que conecta el bar con el colmado. Esos golpes fueron los que alertaron a Toni, quien dormía junto a sus padres Maria y Pep en la casa.

«Primero escuché un golpe y pasado unos segundos se oyó otro ruido todavía más fuerte que el primero. Fui a ver si le había pasado algo a mis padres y lo que me encontré fue a un ladrón», recordaba Toni a su hermano Juanito.

Huida y persecución

Tras el encontronazo, Toni encendió las luces y buscó un palo, tiempo que el individuo aprovechó para subirse en una moto y darse a la fuga.

Toni cogió su coche y trató de perseguirlo hasta que el individuo se adentró por un camino. Conocedor de la zona, Toni sabía que el camino no tenía salida y esperó. «Llevaba las luces apagadas y pasó nuevamente por mi lado y ya lo perdí montaña arriba», apuntó.

El propietario de Can Cosmi subrayó que fue «un susto muy grande». Los hermanos Boned lamentaron, especialmente, el daño causado. «Se llevaron 70 euros y destrozaron dos puertas. Lo peor de todo es la rabia que dan estas cosas», indicó.

Tras regresar a casa y comprobar que sus padres estaban bien, Toni revisó los daños provocados por el asalto. La caja registradora estaba vacía y la puerta, «que tenía más de 70 años, estaba hecha añicos por el suelo. Lo peor de todo es el enorme daño que hacen para llevarse un poco de dinero», y el mal trago que hacen pasar a la gente mayor», puntualizó.

A primera hora de la mañana del sábado denunciaron los hechos ante la Guardia Civil que investiga los hechos.

Ayer por la mañana los hermanos Boned esperaban la visita del perito del seguro para evaluar los daños y reparar las puertas.

Víctimas de otros robos

Los hermanos Boned recordaban ayer que en los más de 50 años que llevan en el establecimiento han sufrido unos 5 robos, pero todos en los últimos diez años.

«En cuarenta años no habíamos tenido ninguna visita de los ladrones pero en los últimos años nos han entrado varias veces», relató Toni Boned, quien recordó que un año entraron dos veces en cuestión de tres días.

Añadió que la Guardia Civil «actúa cuando hay algún robo pero, pasado un tiempo, estamos un poco abandonados».