La obra ‘Bajo las raíces’, editada por La isla de Siltolá, se presentó el martes por la noche en Eivissa en el recién estrenado Districte Hipérbole de Vila. Al acto acudieron el propio Ben Clark, el homenajeado en el poemario, Antonio Colinas, el poeta y periodista Julio Herranz, y el ideólogo del nuevo espacio, el librero Pedro González.

En 1975 el poeta Antonio Colinas (La Bañeza, León, 30 de enero de 1946), publicó la primera edición de Sepulcro en Tarquinia comenzando a gestarse lo que está considerado como uno de los clásicos de la poesía en castellano. La influencia de esta obra, Premio Nacional de Poesía y Premio Nacional de la Crítica, es innegable en varias generaciones de creadores y por ello, uno de los poetas con más proyección de España, el ibicenco Ben Clark ha decidido coordinar una obra que sirva como homenaje a esta efeméride.

Se trata de Bajo las raíces, publicada por Isla de Siltolá, y en ella han participado con textos inéditos y de forma desinteresada 54 poetas como Francisco Brines, Antonio Carvajal, Juan Cobos Wilkins, Luis Alberto de Cuenca, Antonio Gamoneda, Julio Herranz, Pablo García Baena, Amalia Iglesias, Clara Janés, Raquel Lanseros, Antonio Lucas, Aurora Luque, Julio Llamazares, Chantal Maillard, Josep M. Rodríguez, Jaime Siles, Álvaro Valverde o Luis Antonio de Villena, entre otros.

Diversidad de participantes

Tras presentarse en el mes de mayo en Sevilla, el martes hizo lo propio en el recién estrenado Districte Hipérbole de Vila con un acto en el que Clark, Julio Herranz y el propio Antonio Colinas leyeron varios de los poemas incluidos en el recopilatorio. Según explicó ayer el poeta ibicenco a PERIÓDICO de IBIZA Y FORMENTERA, Bajo las raíces destaca «fundamentalmente por la diversidad de los participantes», todos ellos con el único requisito de aportar una creación inédita a partir de una cita, un epígrafe o un verso sacado del libro original de Colinas, Sepulcro en Tarquinia.

Una labor que no ha resultado sencilla y que le ha llevado al autor de La Fiera algo más de un año de trabajo. «Al principio pensamos en un artículo para prensa, después en un dossier para una publicación especializada, después en un poemario con cuarenta autores por aquello del cuarenta aniversario y finalmente y viendo que al mandar las peticiones hubo una gran acogida decidimos ampliar la participación», explica Clark mientras asume la ausencia de algunos poetas en la obra final. «Seguro que alguien echará en falta a alguien, pero no sobra ninguno».

Lo cierto es que la obra ha sido muy bien acogida por todos sus lectores, incluido el propio Antonio Colinas, quien la piropeó en el acto del martes y en su propio espacio de Salamanca rtv al día. «Al margen de lo mucho que me toca, creo que objetivamente estamos ante una obra muy sugestiva creativamente, pues cada poeta ha sintonizado, a través de citas de versos de Sepulcro en Tarquinia, con este libro que es central en la primera etapa de mi poesía y, por extensión, con mi trabajo». Tal es así que el autor leonés cierra el libro con un poema que muestra el arco del tiempo por el que ha pasado su obra Sepulcro en Tarquinia y que se titula ¡Qué fue de aquella música!.