Disfrazados de súper héroes, cirujanos, princesas, piratas, personajes de cómic, matancers e incluso de cabras de es Vedrá, un centenar de jóvenes divididos en 25 equipos participaron ayer en el Pagès Festival de Sant Carles.

El objetivo del concurso era demostrar las habilidades físicas e intelectuales de los participantes en el mundo de la pagesia. En resumen, superar en el menor tiempo pruebas como beber un porrón de vino pagès, introducir a unos patos en un corral sin tocarlos o la prueba estrella: el kamasutra pagès, que consiste en explotar globos por parejas practicando diferentes posturas de este manual hindú sobre sexualidad. Divertidas pruebas a las que había que sumar otros quehaceres típicamente pageses pero que se han perdido con el paso de los años como brular es corn, hacer ucs, practicar tir amb bassetja o bailar ball pagès.

Los participantes, venidos de todos los municipios de la isla, tuvieron que demostrar también su forma física. El concurso se alargó durante más de cuatro horas y, mientras unos equipos atravesaban un circuito lleno de barro, charcas llenas de agua, balas de paja y viejos neumáticos bautizado como sa pista pagesa, otros hacían carreras ataviados con los llamados «esquíes pagesos», metidos en un saco o sujetando un huevo en la frente por parejas sin que se rompiera.

Minutos antes de la competición, el pique entre los los participantes ya era notable, sobre todo entre los venidos de los pueblos y los de Vila. Un grupo de vileros procedentes del barrio de Figueretes que iban disfrazados de súper héroes señalaba que su único objetivo era «divertirnos y emborracharnos». Sin embargo, unas jóvenes venidas Santa Gertrudis aseguraban que, aunque no se habían preparado para la prueba, tenían posibilidades ganar. «Un pagès está siempre en forma. Los que somos de es Amunts estamos fuertes, no como los de Vila», decían entre risas. Lo que tenían en común era la «gasolina» que tomaron para calentar antes del concurso. Eso sí, en el caso de las chicas de Santa Gertrudis la bebida elegida fue una botella de hierbas ibicencas.

Daniel Marí, uno de los organizadores del Pagès Festival, explicó que la idea de organizar este concurso surgió en 2009 con el objetivo de «promover la cultura ibicenca entre los jóvenes de la manera más divertida posible».

Por ello, también se incluye un apartado teórico en el que los concursantes tuvieron que superar el conocido como «Pagestionari», un cuestionario de preguntas para poner a prueba su conocimiento sobre palabras genuinamente ibicencas. Una prueba que, a unas concursantes de Sant Rafel, parecía no preocuparles: «Para un buen pagès, todas estas palabras son fáciles de saber».

Los premios a los ganadores se dieron en forma de copas, medallas y cestas de productos típicamente ibicencos, aunque los mejores galardones fueron para los tres mejores equipos. Un cerdo para el primero, un cordero para el segundo y un pavo para el tercero. Tres premios cien por cien pageses que estuvieron a la altura del concurso.