Una imagen del antiguo colegio de sa Graduada, que podrá ser derribado por una sentencia judicial.

La Demarcación de Eivissa y Formentera del Col·legi d'Arquitectes de Balears (COAIB) y la catedrática de la Universitat de les Illes Balears (UIB), Catalina Cantarellas, se ratifican en los informes que emitieron en 2006 para avalar la protección de la escuela de sa Graduada como Bien Catalogado (BC). En este sentido, anunciaron que se dirigirán al Consell d'Eivissa para que impida el derribo del edificio, previsto por el Ayuntamiento de Eivissa, para construir los nuevos juzgados en el marco del proyecto de remodelación del centro de la ciudad, Eivissa Centre.

Es la respuesta de los representantes de las dos entidades que informaron favorablemente para que el Consell declarara el inmueble Bien Catalogado en la anterior legislatura del PP en el Consell, y que impidió su derribo hasta que una sentencia del Juzgado de lo Contencioso Administrativo de Palma anuló la protección la semana pasada al admitir el recurso interpuesto por la empresa mixta Itusa, empresa de la que forma parte el Ayuntamiento de Eivissa, favorable a la demolición.

Al respecto, el presidente de los arquitectos, Víctor Beltrán, informó ayer que la junta directiva del Col·legi d'Arquitectes acordó pedir al Consell y al Ayuntamiento de Eivissa que protejan el antiguo colegio porque es un edificio que tiene «un interés histórico muy importante» que merece la pena preservar, además de sus valores arquitectónicos.

Asimismo, los arquitectos consideran que el antiguo edificio es compatible con el proyecto Eivissa Centre y por eso creen que se tendría que proteger e incluir dentro de la propuestra, a poder ser con un uso ligado a la docencia, como tenía antiguamente.

Beltrán aseguró que aún no han podido conocer el contenido de la sentencia y que, por ello, todavía no se pueden pronunciar sobre el procedimiento que utilizarán para solicitar la conservación del edificio. Por ello, indicó que el colegio está buscando la forma jurídica de ampliar esta petición, debido a que no está personado en la causa.

Por su parte, la catedrática de Historia del Arte de la UIB, Catalina Cantarellas, que en 2006 realizó otro de los informes técnicos que avalaron la protección, aseguró que también reclamará que se preserve el inmueble porque «hay muchos antecedentes de que es posible conservar construcciones y elementos preexistentes en el mismo proyecto».

«Considero que la escuela de sa Graduada, pese al mal estado en que actualmente se encuentra, refleja un doble interés arquitectónico y social», destacó la catedrática, que recordó que es «una obra de un arquitecto especializado en arquitectura escolar, Guillem Forteza». En cuanto al interés social, Cantarellas indicó que el colegio «fue fruto de un movimiento pedagógico renovador muy importante, el primero que se desarrolló en Eivissa».

Cabe recordar que el Consell e Itusa son las partes personadas en la causa, y que la máxima institución ya aseguró que no presentará un recurso contra la sentencia debido a que está a favor del derribo del inmueble. Asimismo, desde el Ayuntamiento de Eivissa indican que la protección de sa Graduada fue un boicot del PP para evitar que el edificio se pudiera derribar y se pudiera levantar un nuevo edificio para los juzgados.

Cantarellas: «Es un poco la historia de la escuela de Eivissa»

La catedrática Catalina Cantarellas aseguró que sa Graduada «es un poco la historia de la escuela de Eivissa». «Fue la primera y es como un testimonio claro de estos orígenes, de la renovación pedagógica de la escuela», insisitó Cantarellas, quien indicó que, aunque en principio reclamará de forma particular su protección, anunció que presentará esta propuesta a la UIB para que se dirija al Consell como institución. Por su parte, el Institut d'Estudis Eivissencs (IEE), la tercera institución que avaló con un informe favorable la protección de sa Graduada, también ratificó la importancia histórica del edificio aunque aún no ha decidido si reclamará o no su protección. Cabe recordar que la sentencia asegura que el edificio no tiene valores arquitectónicos que superen el interés general del proyecto de remodelación del centro, Eivissa Centre.