Los más pequeños no dudaron en ataviarse como hippies para disfrutar de la música, la animación y los bailes que se encargó de organizar Party Planet. | Daniel Espinosa

Sant Antoni inició ayer con fuerza las celebraciones programadas con motivo de sus fiestas patronales. La tradicional Mini Flower Power volvió a convertirse un año más en una ineludible cita para que los más pequeños de la familia dieran rienda suelta a sus ganas de pasarlo bien. Una multicolor y florida propuesta lúdica y didáctica, donde la diversión estuvo asegurada para niños y mayores durante buena parte de la tarde.

Pelucas a lo afro, prendas con colores chillones y de todos los cortes imaginables, holgados pantalones de campana, enormes gafas, collares y cintas trenzadas con flores, al más puro estilo de la década de los años 60, aderezaron una fiesta infantil en la que más de un centenar de niños y niñas de todas las edades pudieron disfrutar de un ameno espectáculo especialmente ideado para ellos, que puso en escena el grupo de animación Party Planet, liderado en calidad de maestra de ceremonias por una incombustible Raquel, que supo contagiar a todos los presentes su pasión por los añorados años de la época hippie, haciendo partícipes de la fiesta tanto a niños como a adultos.

María Mena, vecina de la localidad portmanyina, acompañando a sus dos sobrinos, Jairo y Samara, de 6 y 4 años, respectivamente, comentó ayer por la tarde que «esta fiesta es la mejor. Siempre es muy divertida para los niños. Debería haber más actividades como esta Flower Party para los más pequeños. Hace falta muy poco para que los críos se entretengan. Merece la pena apuntarse y venir para que participen porque los niños aquí se lo pasan pipay nosotros, los mayores, también».

De este modo, música, baile, juegos y concursos se conjugaron para dar de sí una tarde frenética para los pequeños de la casa, que disfrutaron de lo lindo siguiendo el compás del ritmos tan inolvidables como los de La BambaSi yo tuviera una escoba o Yellow Submarine, entre otras míticas canciones de la época más hippie. Los adolescentes también vivieron su momento flower power en el centro juvenil, mientras que ya los más adultos vivieron durante la noche de ayer la mítica fiesta Flower Power en la carpa del passeig de ses Fonts y por los principales bares del pueblo, así como por las calles, que también estuvieron ambientadas gracias a las actuaciones musicales ambulantes.