Cuando tomamos la decisión de tener un perro como animal de compañía muchas veces nos encontramos con el dilema de si escoger macho o hembra. Particularmente prefiero a las hembras, suelen ser mas obedientes y no tienen tantas hormonas de adultas hecho que muchas veces dificulta la relación con otros machos y ni que decir de los pipis marcando territorio por todas las esquinas de casa. Pero, por otro lado, tenemos el inconveniente de que las perras tienen dos celos por año y esto ocasiona bastantes molestias al propietario: las manchitas de sangre por toda la casa, todos los perros del vecindario en la puerta de nuestro domicilio, no poder dejar a la perrita libre la cuando sale a pasear porque puede escaparse y en estos casos no suelen obedecer si se les llama.

Entonces nos planteamos tres opciones: o me aguanto dos veces por año con todas las molestias que eso supone, o acudo al veterinario para que le administre un tratamiento para que la perra no salga en celo, o la esterilizamos. Normalmente, la primera opción es la que la gente escoge cuando alberga el deseo de tener una camada de la perra. Controla los celos dos veces por año hasta que llega el momento adecuado para hacerla ser mamá pero muchas veces ese momento adecuado no llega nunca.

La segunda opción es la administrar un tratamiento para que la perra no salga en celo. Lo ideal son las inyecciones de progestágenos; debemos de rechazar completamente los tratamientos con pastillas anticonceptivas de humanos ya que suelen ser poco efectivas y muchas veces peligrosas para la salud del perro. Las inyecciones se administran en las clínicas veterinarias controlando el peso de la perra y siguiendo un rigurosos calendario de aplicaciones. Estas inyecciones suelen ser efectivas y seguras pero no deben ser tomadas como un método anticonceptivo a largo plazo ya que si las administramos mas de tres o cuatro años, también pueden producir riesgos para la salud de nuestra animal. La tercera opción es la que menos gusta al propietario y la que más recomendamos los veterinarios. Con la esterilización nuestra perra no entrara nunca en celo, eliminamos los problemas de manchas, perros en nuestra puerta, que se escape o que se nos cuele un novio ligón. Prevenimos las camadas no deseadas con el consiguiente problema de encontrar una casa adecuada a esos perros y sobre todo prevenimos los problemas reproductivos de la perra. El 75% de las perras mayores de 10 años tendrán alguna patología relacionada con el aparto reproductor, infecciones de matriz, endometriosis, hidrómetras, quistes ováricos, tumores de ovario o de matriz y, si lo hacemos en el momento adecuado, incluso los tumores de mama.