Con una imagen notablemente mejorada, celebró ayer su procesión la cofradía Nuestro Padre Jesús del Gran Poder. A las 19.00 horas comenzó la misa en la parroquia del Rosario y a su término se inició una procesión que tenía un largo recorrido por delante, pues su objetivo era el ascenso a la Catedral, en Dalt Vila. Y aprovechando la larga travesía, la hermandad realizó dos altos en el camino. Uno en la iglesia de Santa Cruz, donde salió al encuentro de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, Nuestra Señora de la Esperanza en un acto muy significativo para sus fieles. La segunda parada, tuvo lugar en Dalt Vila, en concreto en la iglesia de Santo Domingo, donde el Cristo del Cementerio se encontró con la imagen que procesionaba. Fue una marcha a la que asistió un buen número de fieles.

«Para nosotros, esta procesión es tan importante como puede ser la del Viernes Santo y la llevamos a cabo con la misma ilusión y cariño. En concreto, esta subida a Dalt Vila, sólo la hacemos una vez al año, con lo que no tenemos ninguna prisa, al contrario, queremos disfrutar. Es nuestro día» compartió el presidente de la cofradía, Jesús Manuel Osuna Ramos.

Quizás por ese motivo, la imagen lucía ayer especialmente ornamentada gracias a los distintos arreglos que le han realizado. Por un lado, le han incorporado un nuevo sistema de almohadillas para que los costaleros puedan portarla con una mayor comodidad. Además, le han embellecido las terminaciones de las varas en plata y gracias a una cofrade artesana, las cajas de iluminación de la talla también han sido revestidas en plata. Mejoras que le han supuesto a las arcas de la cofradía cerca de 7.000 euros.

El paso permanecerá en la Catedral hasta el Viernes Santo, día en que partirá de allí con el resto de cofradías en la procesión del Santo Entierro.