La finca ecológica de Can Moreno, ubicada en el municipio de Sant Rafel, fue ayer el escenario de la visita de los jóvenes escolares del aula de P3 del colegio Sant Miquel de Balansat, o como ellos mismos se denominan, els Elefants.

Un total de 21 niños con sus profesoras se desplazaron hasta Can Moreno para comprobar de primera mano «qué es lo que se siembra o de dónde viene lo que comemos», como explicó la docente Tere Costa, quién añadió que la visita se englobaba en «un proyecto en el que estamos trabajando las plantas, el huerto, ya hicimos una excursión al bosque, y ahora queríamos conocer de primera mano cómo era un huerto».

Los pequeños pudieron observar en el lugar cómo son las plantas que dan lugar a frutas como las fresas, que además pudieron degustar, o ellos mismos retirar las plantas de la coliflor, después limpiar la tierra de malas hierbas para finalmente allanar el terreno y plantar las semillas de la siguiente cosecha, en este caso de judías verdes.

«Nos ha encantado el lugar, es un espacio idílico, muy tranquilo y la propietaria, Rosalina Marí, es encantadora. Hemos conocido las paradas en crestall, que las tenemos en el colegio, pero hemos venido a verlo a lo grande», aseguró Costa quién indicó que, «los niños son muy pequeños, solo tienen 3 años, con lo que es una actividad más de experimentación».

Y entre los jóvenes estudiantes, Salvia o Martina destacaron que les había gustado de modo especial el sabor de las fresas o del zumo de naranja que les prepararon en el momento y las rosas. También la zona de juegos y columpios y la actividad de plantar semillas.

Rosalina Marí, ingeniera agrícola y propietaria de la finca Can Moreno, explicó que el proyecto es Senalló, que ella misma arrancó hace ahora tres años con Toni Cardona, pretende englobar, no solo la producción propia, sino también una agrupación de productos locales.

«El objetivo de es Senalló es acercar las producciones locales, muchas veces escondidas o difíciles de producir, al consumidor y, como faltaba producción, de ahí que entráramos nosotros también», señaló Marí.

A los consumidores, mayoritariamente familias y particulares «se les ofrece la producción de las huertas, siempre de temporada y de cultivo en exterior, acompañada de otros productos que cumplen la filosofía del proyecto», indicó la propietaria de la finca.

Rosalina Marí y Toni Cardona llevan años difundiendo y apoyando la agricultura ecológica en Eivissa y dando a conocer su pasión por lo que hacen.