El fuego ha arrasado una de las zonas de mayor valor ambiental de Eivissa, situada en pleno corazón de es Amunts, donde se concentran numerosas comunidades de flora y fauna endémicas. Según explica el biólogo y presidente del GEN, Joan Carles Palerm, en la extensión quemada existían «importantísimos pinares, con muchas sabinas, murta y coscojo», además de especies como el olivillo o granerola (cneorum tiricoccon), que es muy habitual en las Pitiüses pero muy rara en la Península.

Según Palerm, el problema se da sobre todo en la zona que ya fue pasto de las llamas recientemente. «Si se quema un bosque de menos de 20 años normalmente no ha dado tiempo a crear un sotobosque en condiciones, por lo que no hay una producción de semillas», aclara el biólogo, que indica que la vegetación mediterránea está adaptada para recuperarse de un incendio por las semillas que quedan acumuladas. «Esto permite que en 30 años la biodiversidad sea parecida a la que había, pero en este caso lo dificultará muchísimo, porque no sabemos si habrá semillas para recuperar todo lo que había», remarcó Palerm, que indicó que esto luego afecta a la vida de insectos y pájaros.

Por ejemplo en esta zona es muy habitual el enganyapastors, una pequeña ave «que sólo vive en Balears». En los acantilados de la zona también hay alguna población de cría de halcón marino. «Ahora mismo los polluelos están empezando a volar y seguro que se han visto afectados», indicó el biólogo, que indica que también es habitual en esta zona el búho chico (mussol banyut).

El peligro de la lluvia

Otro de los peligros es que ahora se produzcan lluvias torrenciales, como es habitual a finales de verano. «Esto provocará un desastre mayor, proque arrastrará la tierra», remarcó Palerm, que pone como ejemplo la parte de la derecha de Portinatx, que fue pasto de las llamas en el 82 y que no ha vuelto a ser bosque por este motivo.

También en la zona hay carnívoros importantes, como la gineta (Genetta genetta), que pueden haber resultado afectados. Una de las cosas más preocupantes es que esta es la única parte de la Isla donde existen indicios de la existencia del mart (garduña), que estuvo presente en Eivissa hasta los años 70. Pese a que se pensaba que era una especie extinguida hay pruebas de que podrían existir algunos ejemplares precisamente en es Amunts.

«Los indicios que tenemos son de alrededor del puerto de Sant Miquel, pero si hay también podría ser que estuvieran en la zona quemada», indicó Palerm, que remarcó que la zona con más biodiversidad es la que hay a la izquierda del Port de Sant Miequel, que no ha sido afectada por el fuego. Allí sí que hay endemismos más importantes. De hecho, la parte que ahora se ha quemado es «la que más veces ha sido afectada por el fuego y ha ido acumulando pérdida de biodiversidad, o al menos, eso pensamos, porque no sabemos cómo era hace cien años», argumentó el biólogo.

FLORA. En es Amunts las especies vegetales más comunes son el pino, el romero, la ginebra, la sabina y las estepas, además de orquídeas, conocidas como 'flors de les abelles'.

EXTINCIÓN. Los expertos aseguran que algunas especies que podrían estar al borde de la desaparición, como el sapo verde (calàpet) o la garduña (mart) tienen en es Amunts sus últimos lugares. Desde el centro de interpretación de es Amunts resaltan que es «imprescindible» mantener los hábitats forestales y las pequeñas zonas húmedas para conservar estas especies.

PROTECCIÓN. Esta zona está catalogada como Lugar de Interés Comunitario (LIC) y está protegida por diferentes figuras de protección territorial como las ANEI.

ANIMALES. Existen especies de aves importantes como el búho chico, el halcón marino y el enganyapastors.

El GEN critica la «desidia» de la Administración por no haber prevenido

La integrante del grupo ecologista GEN Neus Prats criticó ayer la «desidia» de la Administración por no haber puesto los medios de prevención necesarios para evitar este «desastre ambiental». «Los gobiernos se gastan dinero hormigonando y ampliando el puerto y el aeropuerto para que puedan venir el doble de turistas pero no se gastan un duro en hacer planes de gestión del medio natural y del litoral», indicó Prats, que recordó que hace años que piden que es Amunts sea declarado parque natural para poder contar «con unos medios y una vigilancia como toca» y para que los propietarios reciban ayudas para mantener sus fincas.

Según la ecologista, ahora mismo la preservación sólo existe sobre el papel, ya que en Benirràs no hay «ni una sola medida de protección real», cuando cada día hay «aglomeraciones de miles de personas». «Los coches están aparcados en el bosque, no hay ni un sólo punto de contención de incendio in situ y ni un sólo vigilante», explicó Neus Prats, que criticó que se movilicen bomberos y Protección Civil cuando se hace una pequeña traca en Sant Agustí y no se haga nada cuando cada día hay miles de personas en playas como la de Benirràs, donde a veces también se lanzan fuegos artificiales.

Prats, que se preguntó donde están Xico Tarrés y Pilar Costa, también solicitó que las administraciones se vuelquen en al regeneración de este espacio tan valioso. «Esto tardará décadas en regenerarse», lamentó la ecologista, que indicó que aparte de especies vegetales «han muerto un montón de animales».

Prats hizo un llamamiento para que la ciudadanía no tire colillas desde los coches. También lamentó que hay peligros ambientales en muchos otros lugares, por ejemplo en Cala d'Hort, donde un señor «hace fuego cada día» y nadie actúa pese a las denuncias de los vecinos.